lunes, 1 de agosto de 2016

Una gestión pública basada en la confianza humana


                                      

En toda nuestra historia republicana, la figura del mesías o caudillo ha estado presente en los gobiernos tanto de “facto” como de “jure”. En éstos últimos, su influencia ha sido determinante en la atracción y sumisión de las masas populares. Característica que sigue presente, con sus honradas excepciones, en la mayoría de las organizaciones partidistas, sindicales y sociales.
Nuestra sociedad transita por una crisis severa no solo de valores sino de liderazgo genuino colectivo influyente capaz de trascender en lo político, lo económico y lo social con progreso y desarrollo humano. No tengo duda, de la corresponsabilidad que ha tenido la ciudadanía por su apatía, por su desinterés en lo político y público,  por su fragilidad ética, por no hacer de la participación activa un ejercicio permanente pro activo de bien común.
Elevar el nivel de ciudadanía con más y mejor educación, ha de ser un compromiso que debe asumirse con convicción desde el seno familiar como lo hicieron nuestros padres. Una conciencia ciudadana procuradora siempre de selección y apoyo  a los mejores dirigentes, a los mejores líderes, a los mejores gobiernos. Una rigurosa selección que pasa por evaluar estudios, experiencias, competencias, habilidades, actitudes, aptitudes, valores, responsabilidades familiares de quienes aspiran ejercer función pública y dirigencial. Para ejercitar la gobernabilidad es necesario capacitarse; pues la administración pública es una gerencia técnica y profesional por demás exigente que como todo proceso administrativo está obligada a dar resultados positivos con eficiencia y transparencia (carrera en la administración pública que dejó de existir en Venezuela estos últimos 17 años).
Para los conocedores del tema, saben muy bien que en procesos gerenciales o administrativos, la Confiabilidad Humana impacta en el éxito de la gestión entre un 70 y 90%. Ella descansa en tres vectores: Poder, Saber y Querer. El Poder asociado a la capacidad, el Saber al conocimiento y el Querer a la voluntad de logros con imaginación creadora y de valores.
Un presidente, un gobernador, un alcalde, un diputado, un ministro, un presidente de una empresa estatal, estadal o municipal, debe cumplir obligatoriamente con esta habilidades y destrezas técnicas y personales para aplicarlas.
No estamos inventando nada, estamos simplemente trayendo al análisis lo que por lo general las organizaciones y corporaciones privadas aplican como política de recursos humanos, a la hora de seleccionar un gerente o líder para asegurar el éxito de sus objetivos estratégicos. La administración pública no es diferente; por el contrario, el proceso administrativo es más complejo y exigente que el privado
Hoy sufrimos los efectos de una crisis sistémica muy seria, cuya secuela la padecemos la mayoría de los venezolanos a un costo social muy alto que nos obliga a todos a revisarnos: ¿Dónde hemos fallado? ¿Qué hemos dejado de hacer? ¿Cuáles han sido nuestras debilidades? ¿Qué nos ha impedido superarlas? ¿Por qué no hemos aprovechado las oportunidades que hemos tenido con demasiadas fortalezas “naturales? ¿Por qué no nos preparamos para protegernos y defendernos de las amenazas de otras crisis que no dependen de nosotros controlarla, como por ejemplo: baja del precio petrolero o una recesión económica internacional? ¿Hemos elegido a los gobiernos idóneos y honestos?¿Cuántos de los gobiernos: nacional, regionales y municipales habrán ido a un curso de formación y capacitación gerencial? ¿Cuáles criterios de Confiabilidad Humana se han asumido para tomar estas decisiones de altísimo riesgo país y democrático? Son respuestas que la conciencia nación espera de sus nacionales para la rectificación y los cambios, en deuda política.
Presidente del Ifedec Capítulo Bolívar
@renenunez51                      
Los domingos, 8 a 9 am, en Onda Global por Onda 97.3 F

3 comentarios:

  1. Muy de acuerdo con lo expresado en este artículo René. Lo que menciones tiene que ver con la calidad en la gestión pública. Es decir liderazgo basado en la gestión humana de calidad y con gerencia (indicadores, plan estratégico, buenas prácticas) y en sintonía con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible planteado por la ONU.

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  2. Muy de acuerdo con lo expresado en este artículo René. Lo que menciones tiene que ver con la calidad en la gestión pública. Es decir liderazgo basado en la gestión humana de calidad y con gerencia (indicadores, plan estratégico, buenas prácticas) y en sintonía con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible planteado por la ONU.

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