La crisis
sociedad-Estado sigue agravándose. Son muchos los sectores que andan en lo
suyo, preocupados y ocupados, en la búsqueda de una solución concertada pero sin
ceder espacios y pretensiones particulares. Los hay en los del gobierno (en
menor cuantía) como en los de la oposición. Sin embargo, hay claridad y consenso
mayoritario en que la salida de la crisis pasa por una consulta popular (revocatorio)
para que los ciudadanos, a quienes se deben gobiernos y dirigentes, decidan si
el presidente Maduro debe continuar o no al frente del poder ejecutivo. La
incapacidad manifiesta del gobierno central,
la escasa transparencia de las ejecutorias públicas y al poco interés mostrado
de rectificación en la conducción de los
destinos del país, así lo justifican. Agravado por la no separación de los poderes
públicos.
Por otro
parte, existen otros grupos y organizaciones sin fines de lucro y aspiraciones
electorales alguna, haciendo esfuerzos por un diálogo autocrítico ciudadano constructivo para aprovechar estos
desequilibrios éticos, democráticos, políticos, económicos y sociales, en una gran
oportunidad para impulsar un cambio más allá de lo electoral que haga posible una
nueva cultura política capaz de garantizarnos de manera sostenible unos
resultados de gobierno distintos a los hasta ahora logrados en democracia. En
esa misma dirección, hoy quiero referirme a 7 características comunes que
debemos superar como sociedad inteligente, presentes en el quehacer político
partidista y el quehacer gobiernero; las cuales nos vienen haciendo un daño
estructural muy alto, dispersándonos en el logro de los fines del estado:
prosperidad, seguridad y bienestar social. Ellas son:
1.
Populismo
Una estrategia
“caza bobos” para captar adhesiones y votos, magnificando los intereses de la masa populares con
soluciones mágicas e inviables. Desprestigiando a los partidos políticos
tradicionales para justificar la creación de otros (nuevos). El pueblo se trata
como esencia y fin último. A la nación como comunidad amenazada por el
imperialismo extranjero y al Estado como agente de cambio. Las propuestas, demagógicas,
ofrecen un alto contenido social “igualitario”, garantías de derechos políticos
y humanos pero que al llegar al poder después no se cumplen por razones obvias.
2. Autoritarismo
Esa forma
de ejercer la autoridad o el poder de manera
abusiva, con la cual hay que estar de acuerdo y obedecer siempre sus órdenes, sus
verdades.
3. El
sectarismo.
Se refiere al irrespeto a la
diversidad de pensamientos y acciones, a la intolerancia, a la discriminación u
odio frente a las diferencias percibidas entre sus seguidores o grupos
sociales, políticos o religiosos rivales.
4. La
adulación.
Cuando los
seguidores de estas autoridades o dirigencia, pensando en obtener un beneficio,
una ventaja, una oportunidad de poder dentro de la organización y después en el
poder, se dedican a alabarlas exageradamente, reconociéndole todo el tiempo que
son únicos, inteligentes y exitosos en todo lo que predican y hagan.
5. Solidaridad
incondicional.
Apoyo incondicional al líder, al dirigente o funcionario público frente a
causas o intereses ajenos o distintos. En las “buenas como en la malas”; no
importa la desviación o delito cometido; convirtiéndose este respaldo en un
derecho.
6. Soberbia.
Altivez, altanería,
sentimiento de superioridad frente a otros; provocando un trato distante o
despreciativo. La ira o explosión del soberbio ocurre cuando le contraen sus
ideas, órdenes o instrucciones.
7. Exclusión.
Los que
no se sometan a los dictamines de la autoridad, las medidas que suelen tomarse
van desde la suspensión o exclusión de participación hasta la expulsión
definitiva.
¡Manos al
cambio, Compatriotas! Llegó la hora de la reivindicación de nuestra dignidad humana.
Presidente
del Ifedec Capítulo Bolívar
@renenunez51 elportachueloderene.blogspot.com
Los
domingos, 8 a 9 am, en Onda Global por onda973fm.com
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