En toda nuestra
historia republicana, la figura del mesías o caudillo ha estado presente en los
gobiernos tanto de “facto” como de “jure”. En éstos últimos, su influencia ha
sido determinante en la atracción y sumisión de las masas populares. Característica
que sigue presente, con sus honradas excepciones, en la mayoría de las
organizaciones partidistas, sindicales y sociales.
Nuestra sociedad
transita por una crisis severa no solo de valores sino de liderazgo genuino colectivo
influyente capaz de trascender en lo político, lo económico y lo social con
progreso y desarrollo humano. No tengo duda, de la corresponsabilidad que ha
tenido la ciudadanía por su apatía, por su desinterés en lo político y público,
por su fragilidad ética, por no hacer de
la participación activa un ejercicio permanente pro activo de bien común.
Elevar el
nivel de ciudadanía con más y mejor educación, ha de ser un compromiso que debe
asumirse con convicción desde el seno familiar como lo hicieron nuestros padres.
Una conciencia ciudadana procuradora siempre de selección y apoyo a los mejores dirigentes, a los mejores
líderes, a los mejores gobiernos. Una rigurosa selección que pasa por evaluar
estudios, experiencias, competencias, habilidades, actitudes, aptitudes, valores,
responsabilidades familiares de quienes aspiran ejercer función pública y
dirigencial. Para ejercitar la gobernabilidad es necesario capacitarse; pues la
administración pública es una gerencia técnica y profesional por demás exigente
que como todo proceso administrativo está obligada a dar resultados positivos con
eficiencia y transparencia (carrera en la administración pública que dejó de existir
en Venezuela estos últimos 17 años).
Para los conocedores
del tema, saben muy bien que en procesos gerenciales o administrativos, la
Confiabilidad Humana impacta en el éxito de la gestión entre un 70 y 90%. Ella descansa
en tres vectores: Poder, Saber y Querer. El Poder asociado a la capacidad, el
Saber al conocimiento y el Querer a la voluntad de logros con imaginación
creadora y de valores.
Un
presidente, un gobernador, un alcalde, un diputado, un ministro, un presidente
de una empresa estatal, estadal o municipal, debe cumplir obligatoriamente con esta
habilidades y destrezas técnicas y personales para aplicarlas.
No
estamos inventando nada, estamos simplemente trayendo al análisis lo que por lo
general las organizaciones y corporaciones privadas aplican como política de
recursos humanos, a la hora de seleccionar un gerente o líder para asegurar el
éxito de sus objetivos estratégicos. La administración pública no es diferente;
por el contrario, el proceso administrativo es más complejo y exigente que el
privado
Hoy
sufrimos los efectos de una crisis sistémica muy seria, cuya secuela la
padecemos la mayoría de los venezolanos a un costo social muy alto que nos
obliga a todos a revisarnos: ¿Dónde hemos fallado? ¿Qué hemos dejado de hacer? ¿Cuáles
han sido nuestras debilidades? ¿Qué nos ha impedido superarlas? ¿Por qué no
hemos aprovechado las oportunidades que hemos tenido con demasiadas fortalezas “naturales?
¿Por qué no nos preparamos para protegernos y defendernos de las amenazas de
otras crisis que no dependen de nosotros controlarla, como por ejemplo: baja
del precio petrolero o una recesión económica internacional? ¿Hemos elegido a
los gobiernos idóneos y honestos?¿Cuántos de los gobiernos: nacional,
regionales y municipales habrán ido a un curso de formación y capacitación
gerencial? ¿Cuáles criterios de Confiabilidad Humana se han asumido para tomar
estas decisiones de altísimo riesgo país y democrático? Son respuestas que la
conciencia nación espera de sus nacionales para la rectificación y los cambios,
en deuda política.
Presidente
del Ifedec Capítulo Bolívar
@renenunez51
Los
domingos, 8 a 9 am, en Onda Global por Onda 97.3 F
Excelente artículo amigo René
ResponderEliminarMuy de acuerdo con lo expresado en este artículo René. Lo que menciones tiene que ver con la calidad en la gestión pública. Es decir liderazgo basado en la gestión humana de calidad y con gerencia (indicadores, plan estratégico, buenas prácticas) y en sintonía con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible planteado por la ONU.
ResponderEliminarMuy de acuerdo con lo expresado en este artículo René. Lo que menciones tiene que ver con la calidad en la gestión pública. Es decir liderazgo basado en la gestión humana de calidad y con gerencia (indicadores, plan estratégico, buenas prácticas) y en sintonía con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible planteado por la ONU.
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