A veces
pienso que nuestro país adolece de no solo de apoyo sino de conciencia y
solidaridad activa de sus nacionales. De reconocer que la causa de la crisis
que hoy padecemos obedece a la estructura mental que ha caracterizado tanto a
dirigentes como a ciudadanos toda una historia.
No es
normal, el comportamiento que están asumiendo frente a la grave crisis
nacional: dirigentes, funcionarios públicos, organizaciones partidistas. Diese
la impresión de verdad que nadie está pensando con objetividad en la nación y los
efectos letales de la crisis humanitaria en desarrollo. Tampoco pareciera
racional, el comportamiento del régimen de turno, aferrado al poder cuando no está
capacitado para ejercerlo y controlarlo. A esta realidad se adiciona unos grupos
sociales inoculados de rencores
ideológicos, preparados para ver a propietarios y a los que piensan diferentes enemigos
naturales, responsabilizándolos de sus desigualdades sociales. A los cuales hay
que despreciar y destruir para poder subsistir; pues, de lo contrario, no podría
existir revolución, garante de la suma de felicidad social prometida.
Ante este
desorden republicano, la ciudadanía le toca asumir y promover una cruzada
cívica, moral y ética profunda e intensa para trabajar y suprimir esos odios y
contradicciones.
La
gobernabilidad cada vez más precaria y confusa. ¿Qué hacer? ¿Nos quedamos
esperando que otros vengan a resolver nuestros problemas? O damos un paso adelante inteligente como
sociedad para construir consensos, respetando los disensos, en la búsqueda de un
pacto social amplio y plural que permita
la superación de las dificultades y las diferencias que nos separan como pueblo
e impide avanzar en sana paz.
El cambio
de gobierno, un paso necesario. Y está
en marcha, a través del revocatorio. Una
decisión constitucional tomada por el soberano. Qué se debe respetar y ejecutar
este año.
Sin
embargo, el cambio no es simplemente electoral. Es más complejo de lo que uno se
imagina. La simple aprobación de nuevas leyes por la Asamblea Nacional no es
suficiente; si se trata de modificación de normas para modificar conductas de los venezolanos. No
puede haber cambios sin hombres cambiados. No puede haber transformación sin hombres
transformados. Menos legislar para resolver problemas de gobernabilidad, de gerencia
política, de gestión pública.
El cambio
va más allá de lo electoral y lo legislativo. Es cierto y hay que encararlo,
tenemos problemas crónicos de alimentación y de salud que no pueden esperar más
tiempo para que el oficialismo y la oposición concierten por los mejores
intereses de la población. Hay otros como los de la normalización
institucional, de la planificación del progreso y desarrollo nacional, estadal
y municipal a largo plazo, garantizando la profesionalización y la continuidad
administrativa, de la separación de los intereses partidistas e ideológicos de
los del estado; son materias iguales de suma importancia pero por su naturaleza
necesitan de mayor discusión y acuerdos. Empero, todas esas convenciones serán
en vano si los ciudadanos no hacemos primero el cambio mental, el cambio de una
cultura que hasta ahora ha sido reactiva y esquiva a la transformación de la
riqueza natural en progreso y bienestar social. Calidad de vida integral. Los
tiempos de hoy nos obligan desde abajo hacia arriba a una toma de conciencia
colectiva sobre el “deber ser de la educación”, “el deber ser moral”, el “deber
ser constitucional” el “deber ser estatal”, el “deber ser gobierno”, el “deber
ser político”, el “deber ser ciudadano”.
La vida
social se integra por estructuras
sociales que se ordena en sistemas de relaciones humanas: estructuras sociales
materiales y estructuras sociales mentales. El Estado político no es absoluto
en sí. Su misión principal es constituirse en el centro y el motor del progreso
y desarrollo de las comunidades y de las instituciones humanas que abarca. La
historia de otros países nos muestra que solo las acciones humanas inspiradas
en principios éticos permiten las transformaciones en lo político, lo económico
y lo social. Ha llegado el momento de hacerlo. Cambiemos.
Presidente
del Ifedec Capítulo Bolívar
@renenunez51
Los
domingos, 8 a 9 am, en Onda Global por Onda 97.3 FM
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