martes, 8 de diciembre de 2015

Cambio, Unidad y Soluciones



El hombre es un ser libre por naturaleza. Como ser humano, responsable de su misión de vida y la de su familia. No es perfecto, pero igual le asiste el derecho a disentir y expresar su disentimiento. A socializarse y luchar permanentemente para lograr fines colectivos. Los de bien común.  Por ello, institucionalizó la democracia como sistema de vida política que le permitiera vivir bajo un orden, unas reglas claras de convivencia y unos poderes garantes del equilibrio social en igualdad de condiciones y oportunidades para todos.
La democracia es perfectible. Deja a los pueblos siempre la posibilidad de rectificación y reconducción de sus destinos cuándo éstos no están siendo dirigidos y administrados por sus dirigentes con eficiencia, transparencia y respeto a la propiedad privada o ciudadana. Lo ocurrido el domingo pasado con ocasión de las elecciones legislativas, lo confirma.
Es la primera victoria en estos últimos 17 años de la oposición frente la hegemonía chavista. Tiene varias lecturas que ganadores y perdedores no deben dejar de analizar; pues las cifras finales superaron estimaciones y expectativas que ambos sectores tenían de caras al 6 de diciembre. Estas son: 1. La primera: un VOTO CASTIGO contra el régimen por la soberbia de insistir en la imposición de un modelo político-económico en contra de la voluntad del pueblo. Asfixiante, centralizador de todas las funciones del estado, controlador del ciudadano, divisor de clases, enemigo de la productividad, las libertades y la autocrítica. Imputador sistemático de sus desaciertos a otros factores (internos y externos), cómplice de la corrupción y desinformación ciudadana. Una gestión pública autoritaria sin controles que produjo con el tiempo, como se esperaba, una crisis económica y social severa por el desmantelamiento de las instituciones y la destrucción total del aparato productivo público y privado.
Los resultado, no tengo dudas, estuvieron influenciados significativamente por los estragos de la crisis económica que entró, sin pedir permiso, en cada una de las casas de los venezolanos, quienes desde el año pasado venían convirtiéndose en testigos silenciosos de la pérdida progresiva y brutal de la calidad de vida familiar. En otras palabras, la crisis resultó el mejor aliado estratégico de la MUD; mientras para el bloque patriótico, su principal contrincante y pesadilla.
2. La segunda: exigió CAMBIO. Los venezolanos hartos de espera y frustraciones acumuladas, decidieron no seguir acompañando el proceso en marcha. Este se traduce en  exigencia de controles, leyes facilitadoras, no obstructoras, del progreso y desarrollo humano; apoyo a la producción nacional; combate frontal contra la corrupción e impunidad. Garantía de libertades.
3. La tercera: invocó la UNIDAD NACIONAL. Una unidad más allá de los partidos, que la integren, entre otros, factores: económicos, sociales, académicos, estudiantiles, gremiales, culturales, deportivos, ONG.
4. La última: demandó SOLUCIONES. El país ya no quiere oír más promesas ni vivir de buenas intenciones. Exige le resuelvan, sin excusas, sus problemas de: alimentación, salud, educación, trabajo decente, bajo poder adquisitivo, seguridad y justicia. La vía ineludible e impostergable, es construyendo un DIÁLOGO directo, franco, cordial y respetuoso. No hay pretexto alguno para que en 2016 el gobierno y la nueva Asamblea Nacional lo trabajen, pensando en los mayores y mejores intereses de la nación, que somos todos. El panorama económico y social del próximo año, lo amerita sin dilación. Urge crear condiciones para un nuevo tipo de relaciones políticas como el mejor atajo para convenir un nuevo orden económico productivo viable y seguro.
Entretanto, los ciudadanos seguiremos  activos y expectantes -más que nunca- para ver quién ignora o desobedece nuestro mandato.

Presidente del Ifedec,  Capítulo Bolívar                  @renenunez51
Los domingos, 8 a 9 am, en Onda Global por Onda 97.3 FM

1 comentario:

  1. Ojalá haya la madurez para que esa sinergia se dé. Dudo mucho de que del lado de allá la haya.

    ResponderEliminar