Nos encontramos como
sociedad en un laberinto sin conocer a ciencia cierta la salida por ahora. Las
pocas luces que titilan al final del túnel no son suficientes brillantes todavía
para tener confianza y esperanza para escapar de él y recuperar las libertades
y derechos humanos secuestrados por tanta mediocridad, inmoralidad e
incapacidad asociadas
Así
se viene registrando esta historia de injusticia, de violencia, de ineptitud,
de vicios, de caos en el país ante la mirada esquiva e irresponsable de una
élite en el poder -supuestamente revolucionaria- que ha sido incapaz de garantizar al pueblo la
mayor suma de felicidad social prometida.
Ahora los pobres son más pobres, la otrora clase media reducida y
debilitada
Los que desde
1999 con plenos poderes nos gobiernan no han sido capaces de sacar a los
grupos más vulnerables de su inopia a pesar de haber contado, por una parte,
con su lealtad electoral, por otro con
los mayores ingresos que gobierno alguno haya recibido en toda la historia republicana
(casi un trillón de dólares). El boomerang petrolero lo dilapidaron sin invertirlo
en infraestructura civil, vial, económica, industrial, tecnológica y
científica. Servicios públicos eficientes y decentes; lo más grave, la
insolencia es tal que no se pusieron al día con los altos pasivos laborales, la
deuda interna y externa cuya monto total real nadie conoce con exactitud. Hoy en día el gobierno prácticamente depende
del crédito externo y de la hipoteca de nuestras riquezas y materias primas como
garantía para obtenerlo de los que hoy capitalizan el monopolio financiero del
mundo: China y Rusia
En lo interno están en la espera del momento
oportuno y conveniente, para anunciar un nuevo paquete de medidas impositivas,
cambiarias, aumento de la gasolina, de la electricidad; además de estar haciéndose
los locos con los aumentos de los precios de alimentos, bienes y servicios en
general porque no tienen otra forma de seguirlo controlando por la fuerza. Por
otra parte, se siguen negando a revisar
el “in crescendo” e injustificable gasto público
Entretanto, la oposición sigue discutiendo si
se revisa o no la dirección de la MUD. Hace unas semanas dos de sus principales
líderes: Capriles y Leopoldo coincidieron, como muy pocas veces ha ocurrido
este año, en unos mensajes donde exhortaron a los dirigentes del tablero
partidista opositor a revisarse “sin
prejuicios ni temor al riesgo”. Un clamor mayoritario de las bases
Como
en Venezuela, en esto de la política suele olvidarse muy rápido de la historia,
me permito recordar a la clase política actual la experiencia de los años
sesenta cuando los 3 líderes más importante de la época: Rómulo Betancourt
(AD), Rafael Caldera (Copei) y Jóvito Villalba (URD) que no se pasaban ni con
agua, fueron capaces de ponerse de acuerdo a través del Pacto de
Punto Fijo para encarar la amenaza contra la democracia que representaba en
ese momento las guerrillas infiltradas y financiadas desde Cuba por Fidel
Castro para sublevar el recién orden democrático instalado. Esfuerzo exitoso,
pues al final terminó derrotada con la política de pacificación de Caldera
durante su primer gobierno
25 años después la democracia ha vuelto a ser
amenazada, ahora desde las entrañas del propio poder público y del estado por
un régimen convicto y confeso del modelo
autoritario centralista cubano
Seríamos insinceros si no apostamos a la
democracia, al progreso y al desarrollo humano. Siempre lo hemos hecho y lo
seguiremos haciendo. El deterioro moral y ético a todo nivel está presente
tanto en un lado como en el otro. No hay coherencia y consistencia en lo que se
predica y se hace. Con el futuro no se juega. Para salir de la crisis hay que
tomar conciencia de la miseria social y
humana que tenemos. La lucha es de todos contra un orden injusto en lo
político, en lo económico y en lo social. Un debate y combate permanente contra
los antivalores, los privilegios antepuestos a la justicia. ¿Es justo que los
ciudadanos soporten las consecuencias de las que no son responsables? ¿Es justo
que un grupo reducido de personas en el poder decida sobre la suerte y destino
de las mayorías sin que siquiera se les haya consultado? Son preguntas por
analizar y responder. El Estado supone el respeto a la persona humana quien
debe ser el protagonista de su vida particular o familiar
Llegó la hora de la acción. De la decencia. La
historia nos condenará si permanecemos en una actitud pasiva y complaciente.
Nuestros hijos y nietos nos juzgarán con severidad si no cumplimos con lo que
nos corresponde cumplir como humano y demócrata. Nunca es tarde. Otros pueblos
en el mundo pasaron por situaciones peores y cambiaron
Presidente
del Ifedec, capítulo Estado Bolívar
@renenunez51
Bien bueno el articulo.
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