martes, 15 de julio de 2014

Emancipación ciudadana



 Quienes leímos en plena campaña electoral del 98 el libro “El Comandante” entrevista realizada al -entonces- candidato Hugo Rafael Chávez Frías por el historiador  y profesor de la UCV Agustín Blanco Muñoz,  tuvimos claro -desde entonces- los objetivos ideológicos que estaban detrás de su propuesta revolucionaria
 Para asegurar la permanencia en Miraflores e imponer el proceso revolucionario, Chávez logró vía Constituyente dos de sus puntos de honor: la “reelección indefinida” y la extensión del período presidencial a 6 años; aunque su planteamiento original fue de 7. Así comenzó a ejecutarse el plan de destrucción de la institucionalidad democrática, un sistema antivalores, la descapitalización de la economía privada y la desmovilización y asfixia progresiva de los ciudadanos para ponerlos a depender totalmente del nuevo Estado socialista comunista en construcción. Después de casi 16 años los venezolanos “justos como pecadores”  estamos pagando las consecuencias del sistema puesto en marcha bajo los lineamientos y consejos impartidos desde Cuba por los hermanos Castros. Hoy para nadie no es un secreto la opresión y la usurpación  de los poderes públicos. La secuela de la ingobernabilidad a todo nivel, la incapacidad para atender y resolver problemas de la gente; así como los abusos y violaciones de derechos humanos y democráticos
 De la democracia de 1998 solo se disfruta y -con sospecha de transparencia- del beneficio de las elecciones municipales, regionales y nacionales. Las victorias logradas por el chavismo en todo este tiempo las han aprovechado para la legitimación del proyecto antidemocrático
 Las contradicciones y la desigualdad en el trato y reparto de cuotas de poder han aflorado este año dentro del partido de gobierno, provocando luchas internas y antagonismos entre las élites protagónicas de la revolución
Por el lado de la Oposición, la mayoría de los partidos políticos pasan igual por una crisis de credibilidad interna y externa que el ciudadano común ha comenzado a percibir con suma preocupación su desunión y maneras distintas de encarar el modelo político ideológico causante de la grave crisis generalizada que padecemos
 No se puede ocultar que dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) existen agendas encontradas y protagonismos personales y grupales diferentes. Si bien es cierto coinciden en la necesidad de restablecer la democracia, no es menos cierto que hay marcadas diferencias en la forma y el procedimiento para lograrlo. Cada uno pretende imponer, a su conveniencia, un mensaje, una estrategia, una vía constitucional distinta: salida a la calle, renuncia, referendo, asamblea constituyente, elecciones de 2019, y la más viable, cercana y clave en una democracia que son las legislativas, nadie la impulsa como prioridad para el acuerdo unitario democrático. A estas altura, la MUD debería ya haber logrado una plataforma consensuada para unificar criterios, esfuerzos en un proyecto electoral alternativo con participación de todos los sectores: político, económico, social, sindical, gremial, estudiantil, universidades, entre otros, capaz de garantizar en 2015 una victoria contundente facilitadora de la recuperación de la autonomía e independencia de los poderes públicos. El reto debería ser la conquista de una mayoría absoluta; las condiciones  están dadas si se antepone los intereses de la democracia, del progreso y del desarrollo de todos por igual a los intereses grupales o partidistas. Los sectores vulnerables cada día toman más conciencia del deterioro creciente de su calidad de vida. La clase media de 1999 ya no es la misma de 2014
 Ante esa insensatez y pérdida de sentido de pertenencia democrática de muchos líderes, ciudadanos independientes y demócratas han comenzado a organizarse por todo el territorio, de abajo hacia arriba, para exigir a la clase política opositora uniformidad en la lucha y en la resistencia; un ejemplo digno de imitar es el de la Sociedad Civil Cachamay en Puerto Ordaz, integrada por un grupo de recursos humanos valiosos, con solvencia gerencial, técnica, moral y ética, en su mayoría responsables de la administración del padrón electoral en los últimos procesos electorales en varias parroquias con probada eficiencia. El equipo opera horizontalmente, tienen como misión la de promoción, defensa y consolidación de la democracia mediante la participación y conciencia ciudadana,  apostando siempre a mejores líderes, a mejores propuestas, a mejores gobiernos, a un mejor país con calidad de vida humana y democrática. La idea no es ocupar espacios de los partidos pero si de exigir responsabilidades en sus ejecutorias. Se han venido reuniendo con dirigentes y factores políticos opositores de la región para exhortarlos a construir una  alternativa democrática incluyente, unitaria y funcional en el estado Bolívar que proyecte confianza, credibilidad y esperanza para asegurar el acceso de todos los ciudadanos a las ventajas asociadas con el poder y a la constitución, reclamando eficacia, decencia, posiciones coherentes y serias con respeto al ejercicio de la democracia interna de los partidos; sin prácticas clientelistas, dando primacía a la formación y promoción de nuevos líderes. El rechazo a la incapacidad y el temor de ofrecer opciones y políticas innovadoras que satisfagan a los ciudadanos en general. A creer en el diálogo, la tolerancia y la participación ciudadana.  (1296).
Presidente del Ifedec, capítulo Estado Bolívar      @renenunez51

No hay comentarios:

Publicar un comentario