martes, 1 de julio de 2014

“El Estado tiene derecho a defenderse” ¿y nosotros?



 El Estado nace como una necesidad de orden, de justicia y de bienestar de la sociedad moderna. Una lucha de miles de años contra la dominación del más fuerte sobre el más débil. Si bien es cierto, la violencia y el autoritarismo siguen  como status quo en ciertas regiones del mundo, no es menos cierto, la democracia viene imponiéndose progresivamente como el sistema político más idóneo capaz de garantizar mayor equidad social y paz
 Con el orden público se pretende colocar las cosas en su lugar correspondiente a través de un conjunto de principios e instituciones como rectores de la organización social. Ir contra ellos implica atentar con el ordenamiento jurídico vigente
 Con la justicia garantizar el obrar y el juicio, respetando la verdad y la razón a quien la tiene. Por ello, existen normas y reglas reguladoras de las conductas entre personas prohibiendo y limitando ciertas acciones en el actuar humano o con las instituciones; estableciendo sanciones o castigos a sus violadores. Se trata de un concepto que implica equidad pero sobre todo, ética.
 Por otra parte, los seres humanos tenemos derecho a ser felices sin distingo alguno. Vivir a satisfacción y en tranquilidad. El Estado tiene la misión y la competencia constitucional de facilitar su capacitación, proveer las condiciones para tener una salud buena y duradera, crear oportunidades de empleos decentes y estables que permita a la gente cumplir con su proyecto de vida familiar con libertades y respeto a los derechos humanos. En otras palabras, su responsabilidad es crear la base para alcanzar el éxito personal individual y colectivo, convirtiendo a los ciudadanos en mejores seres humanos y solidarios con el más necesitado
 En estos días el Papa Francisco dejó muy claro que “el pueblo” proviene del centro del evangelio, criticando a los comunistas por apropiarse ideológicamente de él; manipulando, engañando y confundiendo la historia de Jesús, a su conveniencia
 Esta reflexión la traigo a colación a propósito de un juicio emitido esta semana por José Vicente Rangel, como ya nos tiene acostumbrado, cuando afirmó que el Estado tiene derecho a defenderse y a protegerse. Lo dice justo cuando en Venezuela hay un orden, hay una justicia y hay un bienestar parcializado. Un grupo minoritario de venezolanos están protegidos, amparados, beneficiados en lo económico, en lo financiero, en lo social y en lo jurídico; mientras la mayoría excluida de las atenciones que constitucionalmente el Estado (poder ejecutivo, poder legislativo, poder judicial, poder moral y poder electoral) debe garantizar a todos en igualdad de trato y condiciones
 El Estado, si no lo sabía JVR, aunque lo dudo, se debe a los CIUDADANOS, y no los CIUDADANOS al Estado. Es el Estado a través de sus poderes públicos y políticas públicas quien debe defender, proteger, facilitar la convivencia social con disfrute pleno de libertades, garantizar igualdad en el trato de todos ante la ley; así como  la diversidad de pensamientos y de acciones, el respeto mutuo gobierno-ciudadano-gobierno, y la participación de los sectores que hacen vida en esta nación en el diseño de las políticas públicas. La nación somos todos  nos pertenece por su historia independentista, por sus valores y principios, por sus costumbres, por sus símbolos patrios, por su lenguaje, por su territorio, por sus riquezas, y sobre todo por su vocación pacífica y democrática
 Las estadísticas, los índices, los sondeos, los resultados no se pueden interpretar de una manera distinta que no sean sus propias realidades: la política, la económica, la social, la jurídica, la constitucional que estamos viviendo los nacionales. Si se compara la Venezuela de hoy con la del 98 hay claras diferencias sustanciales en todos los órdenes. Si nos cotejamos con otros países de la región y del mundo,  no cabe duda, hemos desmejorado significativamente desde el punto de vista de la productividad, de la eficiencia, de la seguridad, de la transparencia, de respeto a los derechos democráticos y los derechos humanos
 En conclusión, la mayoría de los venezolanos  no tenemos quien nos defienda porque el Estado actual que hemos tenido en estos 16 años se ha preocupado y ocupado por primar los intereses de una revolución donde sus protagonistas desde el poder son los grandes beneficiarios y protegidos.
 Por la incapacidad,  la escaza transparencia,  los abusos constitucionales del régimen de turno, hoy los venezolanos pagamos las consecuencias con alta inflación, con un poder adquisitivo devaluado, con escasez, con desempleo, con miseria y pobreza, con imputaciones y arrestos de jóvenes y mayores inocentes por simplemente exigir a ese Estado que pide JVR se defienda,
 respeto a la vida, al progreso y al desarrollo nacional

Presidente del Ifedec, capítulo Estado Bolívar     
@renenunez51  

1 comentario:

  1. El eterno cinismo de jvr. Tiene derecho a defenderse de quién? Será de otro estado foráneo y de los ataques internos. Es que tiene ataques internos? Cuáles, las guarimbas, los artículos de opinión? Qué cinismo.
    Muy buena definición de estado desarrollada a lo largo del artículo.

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