En América Latina, suele
escucharse a nivel de crítica gubernamental “los
pueblos se merecen los gobiernos que tienen”,
yo le agregaría “y los líderes y la
oposición” también
Pues se trata de una responsabilidad individual
de ciudadanía de procurar elegir los más honestos y capacitados en la
conducción de sus destinos. Cuando no se ejerce ese derecho con responsabilidad
y objetividad, muy difícilmente se puede esperar una gestión eficiente y
transparente. Por lo general, las
probabilidades de asegurarla dependen de
los recursos humanos capacitados, con experiencia, voluntad de logros y probada
honestidad que se elijan para gobernar; independientemente del color o la
ideología en que se apoyen. Gente buena, preparada y honesta las podemos
encontrar en cualquier organización
La democracia la entendemos como un proceso de
mejoramiento continuo de las condiciones sociales en favor del desarrollo
integral individua y colectivo de los miembros y sectores integrantes de una
sociedad. Bajo un orden capaz de armonizar los variados y complejos intereses sociales
con preeminencia de valores como los de la justicia, del respeto, de la
igualdad, de la tolerancia, del trabajo creador productivo y de la dignidad
humana
Casi todas las toldas políticas coinciden en
la necesidad de garantizar el bien común como misión de Estado; las
diferencias radican en la visión como lograrla. A la luz de la historia del pensamiento
político religioso moderno, en lo espiritual, la humanidad ha estado dividida
en tres grandes corrientes religiosas: judaísmo, cristianismo e islamismo. En
lo político ideológico: socialdemocracia, socialcristianismo y socialismo
comunismo; aunque en los últimos veinte años, hay un socialismo (el
democrático) distanciado del comunismo
Conservadores y liberales. Etiquetas
convencionales de izquierda, de centro y de derecha, forman parte también de
ese juego político semántico a que nos han estado acostumbrando a la hora del
debate electoral sus protagonistas. Aunque en la práctica las diferencias se
reducen sustantivamente a nivel de ejercicio y de resultados. Lógico y
comprensible, porque la democracia en sí conjuga derechos, deberes, y
obligaciones universales, cuyo cumplimiento o incumplimiento en mayor o menor cantidad tiene que ver
fundamentalmente con la eficiencia, el orden, la justicia y el bienestar común
La gobernabilidad no es más que dar
satisfacción a las necesidades del ser humano en su entera naturaleza
espiritual, material, moral y corporal, proporcionando la paz, la cultura y
todo lo necesario para facilitar el desenvolvimiento pleno de su razón de ser,
de su existencia
Gobernar para todos, un compromiso ineludible.
Incluyendo la previsión responsable de los bienes y recursos necesarios para
las generaciones por venir. No se puede
excluir a nadie de los beneficios del estado justificando religión, sexo, raza,
convicción ideológica o posición social o económica. No basta la buena fe o buenas intenciones para dirigir un país. Se
requiere de logros tangibles. De buenas obras y servicios. La satisfacción de
la gente de sentirse segura, respetada
de sus derechos, protegida y defendida de sus intereses, de contar con una vida
provechosa, ordenada, justa y libre en la sociedad. La garantía de un modo más
humano de vivir
El Estado se debe a los ciudadanos y no los
ciudadanos al Estado. Su deber ser es la de servir a las personas, asegurando
el desarrollo personal de todos los que le están subordinados. La misión
terrenal de cumplir con la colectividad para hacer de su destino temporal y
eterno además de poder lograr, de manera individual o propia, el mayor
bienestar posible
Si analizamos al actual régimen que tenemos
desde hace 16 años en nuestro país, tomando en cuenta las razones antes
mencionadas, legítimas y humanas, podremos darnos cuenta de la brecha que nos
separa como sociedad y Estado del
desarrollo humano en democracia. Los resultados están a la vista a todo
nivel: una producción nacional diezmada, controlada, amenazada; con una
dependencia casi total de la renta petrolera, de la importación de productos, bienes y
servicios; una inflación disparada
(60%), un elevado costo de la vida, un desabastecimiento
alrededor del 30%, escasez de alimentos y medicinas, un aumento de la pobreza
crítica (6%), violaciones de derechos democráticos y de derechos humanos,
censura a medios, negación y criminalización de derechos a protestas y huelgas,
persecución y amenazas a la dirigencia opositora, sumisión de los poderes
públicos al poder ejecutivo, entre otras desviaciones, confirman nuestra
hipótesis que el bienestar de los pueblos nada tiene que ver con socialismo u
otra corriente política o ideológica sino de resultados. Lo demás sobra
Presidente
del Ifedec, capítulo Estado Bolívar
@renenunez
LEY LEY LEY y ORDEN uni VER SOL
ResponderEliminarORA ORA ORIENTE LUZ Y VISION
ResponderEliminarNADA PIDA Q NO VEN LO Q PIDEN JESUS MESIAS