miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Por qué Colombia SÍ y Venezuela NO?


                       
 Las recientes elecciones presidenciales de Colombia volvieron a demostrar la fortaleza democrática de un país que ha sabido sobrevivir y convivir con una guerra civil armada por más de cincuenta años, pero que no ha sido impedimento como Estado para progresar en lo político, lo económico y lo social, dejar de hacer y dejar de cumplir sus obligaciones y deberes constitucionales. Nuevamente el poder electoral (Registratura), mostró eficacia y transparencia logrando cerrar las mesas a las 4 de la tarde para de inmediato autorizar la divulgación pública de los resultados, conociéndose a la hora con el boletín número 13 el ganador de la contienda con el 64% de los votos escrutados. En menos de dos horas ya se tenía el 100%, boletín 34. No vimos por televisión a un funcionario electoral dando esa información, sino los periodistas de los medios
 Las fuerzas armadas por su lado cumplieron con su rol de seguridad y de apoyo al elector -como debe ser- para facilitar el ejercicio libre de su derecho democrático. 15 de ellos intentaron votar y fueron apresados porque estaban solicitados por la justicia
 La abstención fue la nota gris, un 60% de colombianos no sufragaron; aunque la más alta de la historia es de 66%. La media ha estado alrededor del 50%.
 Se destaca el comportamiento democrático de los candidatos perdedores, sin esperar los resultados finales con gallardía y respeto reconocieron sus derrotas, ofreciendo sus apoyos de caras a la segunda vuelta, previa consulta a su equipos respectivos, a cualquiera de los dos candidatos más votados: Oscar Iván Zuluaga (29,6% por ciento de los votos) del partido Centro Democrático  y Juan Manuel Santos (25,68%) de la coalición de centro de derecha Unidad Nacional quien busca la reelección para el período 2014-2018. No hubo sorpresa de la necesidad de otra consulta, pues las encuestas estuvieron acertadas cuando dieron prácticamente un empate técnico entre los dos más votados no superior al 30%
 No hay duda, los temas centrales de la discusión, seguramente se mantenga en estas tres semanas de campaña restantes, se centraron en el de la seguridad ciudadana y el de la paz. Ambos candidatos  requirieron de apoyo estratégico de expresidentes de la república colombiana: Zuluaga tuvo de su lado a Álvaro Uribe en defensa de la tesis de lograr la paz pero sin impunidad de los responsables de crímenes de lesa humanidad, y la necesidad de sacar de Cuba el proceso iniciado por Santos; quien se recostó de César Gaviria para mantener la negociación del fin de la guerra desde La Habana
 Otra lectura de estos comicios, la calidad y perfil de los participantes, todos con meritorias hojas de servicios públicos y privados, destacándose la participación de dos mujeres: la conservadora Marta Lucía  Ramírez (15,53% de los votos) y la izquierdista Clara López (15,23%)
 Por ejemplo, Oscar Zuluaga, el ganador: político (ex alcalde, ex ministro), profesional (economía y finanzas) y empresario. Resumiendo, en él se conjugan tres requisitos claves: capacitación, experiencia y lucha social. Poder, saber y querer. Faltaría conocerlo como presidente, prueba nada fácil, por las tentaciones, las ambiciones y los vicios que tendrá que lidiar durante el mandato. Juan Manuel Santos, con iguales atributos pero con unos resultados concretos  como presidente actual, que seguramente incidirán a favor o en contra en la decisión final de los colombianos. Justo en recocerle la continuidad administrativa del éxito de la economía heredada de Uribe, un país con una inflación de un dígito muy bajo (3%), con crecimiento económico sostenido. Aunque sigue pendiente una mejor redistribución de la riqueza y mejorar los índices de seguridad ciudadana
 No nos queda entonces que esperar el 14 de junio para conocer el nuevo presidente de la hermana república, que parecieran favorecer a Zuloaga por sus propuestas populosas; y el aparente consenso nacional existente alrededor de un proceso de paz garante de la participación política de grupos irregulares pero sin perdón de las violaciones de derechos humanos cometidos por los responsables
 Mientras esto ocurría en Colombia el domingo pasado, los venezolanos no teníamos información libre ni oficial de lo que ocurría en las dos elecciones municipales, la de San Diego y la de San Cristóbal. Los triunfos contundentes alcanzados por Rosa de Scarano (87,68%) en el primero, y la de Patricia de Ceballos (73,69%) en el segundo, representan una derrota política, moral y ética al gobierno y al Tsj, quienes confabulados destituyeron y metieron presos a dos alcaldes elegidos por sus electores en diciembre de 2013 sin argumentos jurídicos convincentes y creíbles hasta ahora. Llama poderosamente la atención que el candidato del Psuv que compitió con la señora Ceballos en San Cristóbal supuestamente no pudo ejercer su voto por no estar inscrito en el registro electoral del municipio que pretendía gobernar. De ser cierto, no es esto un delito?  
Presidente del Ifedec, capítulo Estado Bolívar      @renenunezr 

1 comentario:

  1. Parece mentira que Colombia, como se dice al principio, con tantas trabas se desempeñe mucho más democráticamente que Venezuela. Es más, creo que es vergonzoso.

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