Los
peligros siguen asechando. No paran. No se termina de reconocer el nivel y
alcance de la gravedad país. Hoy el peligro es mayor que nunca. Sigue creciendo
el deterioro de la moral y la ética, como parte del plan macabro político
iniciado. La familia, no cabe duda, ha
sido infiltrada y confundida para que no piense, no actué, más bien se
acostumbre al mal trato, a la escasez, al miedo y al silencio.
El
sistema continúa haciendo daños a la educación, a la salud, a la libertad y a
la economía. Todo pero todo está fuera de control. Cada postura o decisión que
se asume es más extrema que la anterior.
Por
otro lado, se observa una oposición desdibujada, sin liderazgo claro y firme
capaz de orientar como y hacia dónde ir, unidos, en sosiego y con respeto,
independientemente de las diferencias internas.
“En
la unión esta la fuerza”, reza el dicho popular. Afuera, la comunidad
internacional lo está exigiendo y adentro, sectores muy conscientes y realistas
de la política, igual lo piden.
El
futuro de los nietos y las nietas está amenazado por la forma irresponsable y
sin control de los gastos públicos que viene haciendo el gobierno de turno, una
hipoteca muy dolorosa que, solo con mucho esfuerzo, sacrificios y sobre todo
mucho trabajo productivo se podrá salir de ella cuando se salga de esta
pesadilla ideológica.
Por
lo pronto, apelamos a la decencia, a la inteligencia y el sentido común de los
venezolanos que de verdad aman esta nación que en nada se parece a la que
conocíamos hace más de 20 años; aun con sus problemas existenciales políticos y
sociales.
Lo
peor es seguir esperando que “alguien” distinto venga a entregarnos una nación
recuperada y democrática, porque puede ser demasiado tarde.
@renenunez51 Instagram
renejesusnunezrodriguez
Edición 1469 elportachueloderene.blogspot.com
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