sábado, 21 de julio de 2018

¡Hora de rebelión cívica de los venezolanos “buenos”!




Los años siguen pasando y Venezuela no cambia. No se ha sabido aprovechar las ventajas comparativas: un territorio pequeño, con unos 30 millones de habitantes, con un subsuelo rico en minerales, suelos fértiles y unas condiciones geográficas y ambientales apropiadas y benignas para el aseguramiento de una planificación estratégica de desarrollo exitosa, que cualquier otro país más inteligente y consciente que el nuestro lo hubiera logrado en poco tiempo.  

Llevamos 60 años de supuesta vida democrática y la nación no ha avanzado; por el contrario, involucionó hasta tal punto que la mayoría de los venezolanos ha  empobrecido en lo político, lo económico, lo social, lo espiritual y lo familiar. Una crisis humanitaria sin precedentes, bajo el dominio autoritario de un modelo político donde la vida, el raciocinio humano, la libertad no tiene valor menos prioridad en las políticas públicas; si es que se les puede calificar como tales.

Por otro lado, seguimos teniendo gran parte de una dirigencia prejuiciada, de escasa imaginación creadora, mezquina y viciada que desgraciadamente han contribuido históricamente en ponernos como población en desventaja frente al desarrollo.  Qué no terminan de aprender de sus propios desaciertos  y fracasos, alejándonos las posibilidades del aprovechamiento de las oportunidades para los cambios estructurales necesarios de rescate de la institucionalidad y del camino que nos permita la transformación de una sociedad parasitaria y viciada a una libre, productiva, decente con calidad de vida integral. Una sociedad transformadora de bienes y servicios en progreso y desarrollo nacional.

Comencemos a rechazar o desconfiar en las personas indeseables de la política y de la gobernabilidad, que nos continúan haciendo mucho daño a nuestros proyectos de vidas. Dejemos de ser parte de esa sociedad de cómplices que ha facilitado las tropelías de los transgresores de la ley, de la moral y la ética pública.

 Una cruda realidad nacional que no se ha querido reconocer ni debatir. Esos dirigentes maulas los tenemos en el poder pero también los hay,  esperando la ocasión para asaltar el poder y repetir iniquidades públicas similares.

Para superar estas vilezas, comencemos entonces a reconocer las causas y los actores responsables de nuestra tragedia humana país. Buscando y apoyándonos en los que seguimos creyendo en valores y principios: morales éticos, espirituales, humanos y sociales. Fortalezas claves para construir la sociedad que queremos y nos merecemos; potenciando el intercambio de las mejores experiencias intelectuales, productivas, humanas y espirituales con gentes diversas que tenemos de sobra adentro como afuera. La apuesta política es a la decencia, a la excelencia educativa, a la excelencia sanitaria, a la excelencia productiva, a la seguridad y al bienestar de todos sin distingo de clase o estatus alguno.
 “El conocimiento habla, la sabiduría escucha”, Jimmy Hendrick.   (Edición 1457).

@renenunez51   Instagram renejesusnuñezrodriguez elportachueloderene.blogspot.com  Pueden oírme en “Dialéctica”, lunes a viernes, 8 a 9 am por News 105.3 FM     www.news1053fm.com




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