sábado, 9 de junio de 2018

¿Cuánto más hay que esperar?





Las encuestas siguen reflejando “in crescendo” la desconfianza y desilusión de los venezolanos por su futuro. El presente que viven, sufriendo, no les ofrece expectativas -siquiera- para un sueño digno.

Los problemas son tantos que superan con creces las tibias y engañosas soluciones de quienes tienen las responsabilidades de resolverlos. La brecha ética y de insatisfacción social les produce frustraciones e inseguridades de todo tipo donde el miedo y terror como estrategia política del régimen hacen de sus vidas pesadillas reincidentes que vulneran sensiblemente su sistema inmune.  

A nivel político se está ante un hielo que nadie se atreve a romperlo por orgullo. Los caminos tomados por ambos bandos (oficialismo y oposición), no cabe duda, han sido equivocados.

Los seres humanos, todos nos equivocamos y quienes no se equivocan nunca han arriesgado nada o porque han sabido ir detrás  de los que van adelante. Ante esta dramática situación humanitaria y por el BIEN SER PAÍS, seguimos invocando e implorando un esfuerzo sincero de todos los sectores para reconocer la gravedad de los problemas políticos, económicos y sociales.

La tarea por delante que nos toca como ciudadanos de bien común es gruesa y compleja. Ignorarla y distanciarnos de ella,  tampoco es la mejor estrategia ciudadana. Comencemos a valorarnos como sujeto, objeto y fin de una sociedad democrática libre y justa. Incorporándonos al ambiente donde solemos hacer vida ciudadana en la construcción del camino de la salvación de todos, incluyendo la recuperación de la democracia que hoy apenas pende de un hilo cada vez más delgado. Siendo auto crítico, los ciudadanos tenemos responsabilidades porque no la hemos entendido en sus bondades y ejercicio como sistema político de vida humana.

Un proceso demasiado complejo por la polarización política. Donde unos parten de la premisa de que transformando constituciones, normas y creando leyes nuevas se logra  cambiar la conducta de las personas. Otros de que con el cambio de gobierno, la situación general se soluciona. No. Señor. Nada de ello resolvería el problema estructural societario si las actitudes y comportamientos de las personas no cambian. Los cambios se logran cuando las personas cambian. De lo que se trata es de asociar e integrar las estructuras sociales materiales con las estructuras sociales mentales. De una escala de valores sólidos que conlleve al bienestar material, social y espiritual. Un camino de luces y de conciencia que considere al hombre como un ser racional, libre, responsable y protagonista de su destino personal. Capaz de garantizar su propia autodeterminación y autorrealización de su vida. (Edición 1451).
@renenunez51   Instagram renejesusnuñezrodriguez elportachueloderene.blogspot.com  Pueden oírme en “Dialéctica”, lunes a viernes, 8 a 9 am por News 105.3 FM     www.news1053fm.com




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