sábado, 2 de junio de 2018

Ciudadanía y democracia municipal





Escribo esta columna, después de dictar el primer módulo (Desarrollo institucional, análisis de competencias municipales y objetivos nacionales) de la Cohorte XVI del diplomado de Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión de la UCAB, sede de Guayana. Viernes y sábado, dos sesiones sumamente activas e interesantes donde participaron 45 personas (15 mujeres), convencidas de la necesidad de cambios en la entidad política más importante y cercana al ciudadano: el municipio. Todas coincidieron en la conveniencia de la capacitación y el empoderamiento como ciudadanos de los derechos, deberes y obligaciones constitucionales. En las dos jornadas le insistimos que la mejora de la gestión pública, sea nacional, estadal o municipal, es consustancial al perfeccionamiento de la democracia.

La búsqueda de una democracia plena, que se soporte, entre otros, en los derechos de información, participación, asociación y expresión sobre lo público, representa un derecho de participación ciudadana que ha de asumirse y ejercitarse de manera permanente.

Los ciudadanos deben entender que la ampliación y profundización de la democracia como sistema político y, en particular, la democratización de la gestión pública en nuestro país, y en lo que nos ocupa, del municipio,  ha de ser un reto de lucha coherente y perseverante, no solamente para la toma del poder, sino para viabilizar y asegurar los logros del progreso y desarrollo humano integral. El Bienestar social comunitario.

Los vecinos deben exigir sus derechos  de participación en forma individual o colectiva en la toma de decisiones de la municipalidad, en el proceso de fiscalizando, control y ejecución de las acciones en los asuntos públicos y privados, que lo afectan en lo político, económico, social y ambiental, a fin de alcanzar  su pleno desarrollo como ser humano y el de la comunidad en que se desenvuelve.  

No hay dudas que nuestro municipio Caroní, está atiborrado de problemas y de pocos resultados a la vista de las parroquianos, huérfanos de gobernabilidad. Los vecindarios no son tomados en cuenta en la discusión y elaboración de las políticas públicas municipales. Ni en la elaboración del presupuesto operativo y de inversiones anual.

Los problemas de la basura, del transporte, de la inseguridad, de la semaforización, etc., parecieran no ser reconocidos que existen por los que dirigen la alcaldía; agravándolos más.

No hay gerencia política municipal, las 4 funciones medulares de un proceso administrativo no son aplicadas con eficiencia y transparencia: la planeación, el control, la organización y la dirección de los recursos. 

 “Las democracias pueden solo sobrevivir, cuando sean entendidas por sus ciudadanos” Giovanny Sartori. (Edición 1450).

@renenunez51   Instagram renejesusnuñezrodriguez elportachueloderene.blogspot.com  Pueden oírme en “Dialéctica”, lunes a viernes, 8 a 9 am por News 105.3 FM     www.news1053fm.com

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