La Paz está asociada al
desarrollo. El desarrollo de la persona y de todas las personas. Ello requiere
que esas relaciones entre sí estén inspiradas bajo los principios de la
justicia social.
Como las sociedades tienen
necesidades, aspiraciones y compromisos encontrados, el Estado, el democrático,
está obligado a facilitar a los nacionales el diseño de sus proyectos de vida
sustentables. Garantizando el sagrado derecho natural y libre de auto determinación
y auto realización de sus propios destinos. Asegurando un trato igual a todos
ante la norma.
El destino de cada ciudadano
se halla vinculado al destino de los demás. El problema surge cuando regímenes de
gobierno por razones ideológicas exaltan egoísmos y antagonismos para evitar
los equilibrios políticos, económicos, sociales y espirituales en la sociedad. Estimulando
sectarismos y fanatismos socavadores de valores, principios morales y éticos, incluyendo,
los espirituales.
Lo económico lo plantean
como un mal necesario el cual ha de ser destruido, en aras de garantizar la paz
y justicia social de los pueblos. No obstante, una élite, muy reducida, desde y
con el poder, hacen todo lo contrario explotando de modo irracional y sin control alguno los bienes
de la nación.
La paz no se logra
imponiendo la fuerza. Se construye entre todas las personas, aceptándola y
compartiéndola. La paz es un derecho existencial y natural. No es propiedad de
nadie. Menos de ideologías vendedoras de utopías y engaños humanitarios.
La justicia supone igualdad
y ésta infiere, a su vez, que la solución que se da a un caso determinado tiene
que ser la misma para todos los casos “iguales”. A las soluciones desiguales,
aplicando el mismo principio, ha de darse soluciones desiguales.
Hay padres de familia que
parten de la premisa equivocada de que como ellos son justos hay que tratar a los
hijos de manera igual. Craso error. Cuando en realidad todos los seres humanos somos
distintos.
Cómo el ser humano no tiene
toda la capacidad para resolver todas sus necesidades y problemas domésticos, está
obligado a sociabilizarse. A formar parte de una comunidad con la finalidad de
buscar apoyo para el desarrollo de sus potencialidades, siendo mejor y haciendo que los otros sean mejores. Dando y
recibiendo. Al lograr el equilibrio de dar
y recibir, entonces, se podría afirmar que está haciendo justicia social con
respeto mutuo.
Resumiendo, la paz duradera
se basa fundamentalmente en la justicia social.
“El
talento puede dar prestigio, el valor puede dar soldados, la tiranía puede dar
esclavos, pero sólo la justicia puede dar la fuerza”. Silvio Pellico. (Edición
1452).
@renenunez51 Instagram renejesusnuñezrodriguez elportachueloderene.blogspot.com
Pueden oírme en “Dialéctica”, lunes a
viernes, 8 a 9 am por News 105.3 FM
www.news1053fm.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario