La política es hacer las
cosas bien y correcta. A veces lo pragmático se impone con tal de buscar
soluciones negociadas, viables y pacíficas.
El tema de análisis de esta
semana es el de la “legitimidad” en que se apoya la MUD para exhortar a los
electores no votar en las elecciones presidenciales del próximo domingo.
Una MUD que decidió por su
cuenta transitar de nuevo el camino fracasado de 2005, el de la abstención;
decisión que facilitó al gobierno de Chávez acelerar su proyecto autoritario
desde la AN (chavista). Fracaso que ningún líder opositor ha tenido el coraje
político de admitirlo después de 13 años.
Nos piden ahora de nuevo pasividad,
cuando la vida de los venezolanos está en peligro de muerte por falta de alimentos, medicina,
seguridad, empleos decentes; además
afectados emocionalmente por la ida del país de los seres más queridos en
búsqueda de una mejor calidad de vida y segura. Hoy los mismos actores nos
piden no votar; con la promesa de que la
comunidad internacional nos va a resolver rápidamente lo que internamente por
sus errores y desaciertos estratégicos y de desunión no han podido ellos: la
remoción del actual gobierno.
Se alega que votando se
está legitimando a Maduro y su régimen. Me pregunto ¿A quién le interesa la
abstención? ¿Acaso cuando el asesor de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD),
Roberto Picón; el exalcalde de Lara, Alfredo Ramos, y otros presos políticos
como: Betty Grose, Arístides Moreno, Danny Abreu, Andrea Gonzales, Marcos Rada,
Jhosman Paredes, Carmen Brion, Rafael Liendo y Andrea Díaz, lo trasladaron a la
Casa Amarilla para recibir de la “presidenta” de la Asamblea Constituyente,
Delcy Rodríguez, explicaciones de cuáles serían las medidas sustitutivas de
libertad que podrían recibir, no fue un acto de legitimación de la ANC? Por
cierto, también yo lo hubiera hecho, pues por encima de todo está la vida y la
salud para seguir luchando por la misma causa. ¿Acaso los cuatro gobernadores
de la oposición venezolana, electos el pasado 15 de octubre, que se
juramentaron ante la Asamblea Nacional Constituyente
(ANC), no fue un acto de legitimación de
la ANC?. Yo también lo hubiera hecho, pues los intereses del Estado y la
voluntad del pueblo que los eligió merecían respeto a pesar de la arbitrariedad
del régimen. ¿Acaso la salida sorpresiva de Antonio Ledezma con complacencia de
ciertas autoridades no fue un acto de legitimación del régimen?. Yo igual lo
hubiera hecho, pues la salud de Ledezma lo ameritaba para seguir luchando,
ahora desde España. ¿Acaso el acuerdo de paz del gobierno colombiano y la FARC en
Cuba no fue un acto de legitimación del terrorismo?. Pero la paz de Colombia lo
emplazaba. ¿Acaso la reunión del 12 junio en Singapur entre Donald Trump y King
Jong Un, heredero del poder de una de las dinastías más sangrienta del Asia en
los últimos 34 años, no es un acto de legitimación de la barbarie política y
humana?. Pero el esfuerzo de diálogo y negociación por la paz mundial lo exige.
(Edición 1447).
@renenunez51 Instagram renejesusnuñezrodriguez elportachueloderene.blogspot.com
Pueden oírme en “Dialéctica”, lunes a
viernes, 8 a 9 am por News 105.3 FM
www.news1053fm.com
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