sábado, 27 de enero de 2018

Gobierno, políticos y electores

        

Cada día nuestra situación país se agrava en todos los órdenes de la sociedad. El régimen, que ya lleva casi 20 años en el poder, insiste tercamente en privilegiar los intereses de su revolución que los de la república. Intereses qué en la práctica se reducen en mantenerse en el poder sin importar el daño estructural y de empobrecimiento que viene produciendo a la institucionalidad y a la población en general.

La oposición, por su parte, se encuentra en un laberinto de contradicciones, incoherencias, equivocaciones y desaciertos; cada vez más distanciada del rol unitario y protagónico que le corresponde asumir frente a un gobierno con características claras y evidentes autoritarias; del cual, no se puede esperar bien común social y democrático.

Inexplicable, como la victoria contundente lograda por la Oposición en 2015 con ocasión de las elecciones parlamentarias (AN), se haya esfumado en menos de dos años. Justo cuando los venezolanos se encuentran sometidos a las peores condiciones económicas y sociales de toda la historia democrática.

No se necesita ser tan experimentado en esto de la política, para predecir  el comportamiento y las acciones del gobierno en materia electoral. Hace dos años, el régimen no estaba interesado en convocar elecciones menos facilitar consultas algunas, porque las perdía todas. Por eso se opuso y negó en el 2016 el referendo solicitado por la oposición y las elecciones a gobernadores que legalmente correspondían realizar. El año pasado, cambiaron de parecer y convocaron las de gobernadores y alcaldes, conscientes de la división interna de la MUD, y del uso desproporcionado, como ha sido costumbre, de los recursos humanos, financieros y mediáticos del Estado. Estratégicamente potenciaron la abstención, lo que les permitió dos grandes victorias en sendos comicios.

Para este 2018, ni cortos ni perezosos y fiados de que en la MUD se ha profundizado la desunión y división, la ANC ha adelantado la convocatoria de las elecciones presidenciales para finales de abril, fuera de lapso legal establecido y sin pertenecer la responsabilidad de hacerlo, pues es al CNE  quien le corresponde convocarlo. Para ellos, la batalla política más importante y decisiva, donde se la jugarán con todo. Tienen mucho que perder.

Este adelanto, no cabe duda, pone contra la pared a la MUD, en dos meses está obligada a resolver tres grandes y complicados escollos: el primero, tomar la decisión de participar o no. El segundo, lograr por consenso una candidatura única capaz de entusiasmar y esperanzar a los ciudadanos de que unidos y masivamente solo pueden superar al gobierno que los empobrece. Tercero, explicar claramente al electorado insatisfecho y descontento de ambos bandos, de la conveniencia ineludible  impostergable de salir a votar para acabar con la exclusión, la inflación, el desabastecimiento, la desigualdad social, los atropellos a los derechos del ciudadano, el enriquecimiento ilícito, la impunidad, y un Poder Judicial sometido al capricho de unos pocos, en perjuicio de la gran mayoría. Amanecerá y veremos.

@renenunez51                               Instagram nuñezrodriguezrenejesus  elportachueloderene.blogspot.com (edición 1430)


No hay comentarios:

Publicar un comentario