sábado, 20 de enero de 2018

¿Cómo se garantiza Desarrollo Humano?

       
Cuando la civilización se dio cuenta de que el ser humano no era capaz de reconocer y respetar a sus semejantes, aparece la necesidad de crear unas normas de convivencia social; incluyendo las relaciones entre pueblos o naciones.

Es en la revolución francesa cuando se abre el debate del tema de los derechos del hombre y del ciudadano. A asociarse la moral con la política. Originándose después las condiciones quimeras que hizo realidad un nuevo modelo de Estado, el de los ciudadanos, el Estado de Derecho.

Es en la tercera Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en París  un 10 de diciembre de 1948, cuando se produce la primera Declaración Universal de Derechos Humanos; aprobada por casi todos sus miembros (56); absteniéndose Sudáfrica, Arabia Saudita y la Unión Soviética. Desde entonces, la temática se ha convertido en una preocupación y ocupación permanente ya no solo de la ONU sino de otras organizaciones internacionales (OEA, UE y ONG). Tal vez sea una de las materias en las relaciones internacionales que más evolución y consenso político ha tenido. Muchas de las violaciones a esos derechos están tipificadas como crímenes de “lesa humanidad”. Y no prescriben.

Más que analizar esos delitos, lo que hoy  pretendo es seguir sumándome a esa lucha de concienciación  ciudadana y política de nuestro país para reducirlos y evitarlos, si cada uno cumple con el “deber ser ciudadano” “el deber ser dirigente” “el deber ser Estado democrático”.

La prioridad de un Estado Democrático y la de sus gobiernos no debe ser otra que la de garantizar progreso y desarrollo humano, a todos por igual. Bajo tres premisas, la primera: Situar a las personas en el centro del plan de desarrollo nacional; potenciándoles sus fortalezas, sus condiciones, sus posibilidades, y sus oportunidades en  libertad para vivir la vida que valoran y quieren. Con salud, educación y trabajo digno y decente.

La segunda: Reconocer al trabajo como el motor del desarrollo para la creación de no solo riquezas económicas sino riquezas humanas.

La tercera: Convertir el Estado en un facilitador del desarrollo, creando capacidades, oportunidades y garantizando empleos decentes, libertades, respeto a los derechos laborales y derechos humanos.

Las naciones que lo entendieron, lo internalizaron y lo aplicaron son hoy exitosas y diferenciadas por su calidad y seguridad de vida. Se han caracterizado por su desarrollo sustentable, dejando al mercado solucionar  problemas económicos de la sociedad, bajo la supervisión y control del Estado en cuanto al cumplimiento de las normas establecidas para tales fines.  Respetando la propiedad privada y la vida de los habitantes; condiciones propicias para atraer inversiones necesarias para el financiamiento país.

Conclusión: Solo promoviendo el crecimiento económico sostenido, viable e inclusivo, generando pleno empleo  y productivo, y garantizando trabajo decente para todos, tendremos desarrollo humano.

@renenunez51                               Instagram nuñezrodriguezrenejesus  elportachueloderene.blogspot.com (edición 1429)


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