sábado, 13 de enero de 2018

¡Unidad democrática país!

        
La democracia es el sistema político de vida que más garantiza igualdad, justicia y humanidad. Una de sus bondades excelsa es la del reconocimiento de la racionalidad del ser humano y su derecho a ser libre. Además la de garantizar al ciudadano un rol protagónico en la lucha de aseguramiento de su misión y visión de vida. En otras palabras, a escoger y construir libremente su propio destino, bajo la supremacía del estado de derecho. Principios estos consagrados en nuestra constitución del 99.

En los últimos 12 años se ha notado de quienes nos gobiernan,  una tendencia deliberada a ignorar estos fundamentos y a saltar normas constitucionales en detrimento de la paz y convivencia social democrática.

La mayoría de los venezolanos no se han sentido interpretados ni convocados en igualdad de condiciones y trato en la gobernabilidad de sus destinos. La confrontación entre gobierno y oposición no ha cesado. El principio de la  autonomía e independencia de las ramas del poder público no se ha cumplido.  No ha existido un diálogo sincero y justo con sectores productivos, sindicales y partidistas. No se ha respetado los derechos humanos. Todo ello ha contribuido a crear un clima áspero y de alta tensión política y social diaria injustificable.

La economía por su parte, no para de decrecer. El desabastecimiento de alimentos y medicina, la inflación, la constante devaluación de la moneda, mantienen a la gente angustiada, presa de miedos por su presente y futuro. 
Las excusas que se dan a las quejas y reclamos populares rayan en lo impúdico. No hay reconocimiento alguno de equivocaciones y desaciertos. La culpa de los males suele ser imputada a otros, ajenos al régimen.

Sin embargo, sería injusto de mi parte no admitir que gobernantes y gobernados son corresponsables de la actual tragedia país. Los electores por elegir y seguir apoyando gobiernos maulas; y los gobiernos por no cumplir con los compromisos democráticos y de gobernanza.

Resumiendo, lo político-ideológico ha prevalecido sobre lo económico; a sabiendas de que lo económico es lo que da  de comer y permite el crecimiento de la ciudadanía y de la sociedad. La suma de felicidad prometida no termina de llegar ni llegará; por cuanto ningún  modelo estatista, controlador total de la economía y la sociedad, como el que tenemos, ha tenido éxito en donde se ha aplicado (Rusia, China, Cuba).

¿Cómo recuperar la institucionalidad, el orden y la gobernabilidad democrática? La respuesta la tiene en sus manos: dirigentes y electores. Dependerá de la madurez, inteligencia y patriotismo que asuman y practiquen en favor de la construcción de una alternativa integradora de todos los sectores representativos que hacen vida país. La de ponerse de acuerdo en una candidatura única, idónea y decente capaz de reconquistar la fe, credibilidad y confianza de los venezolanos alrededor de un proyecto país viable en lo económico, con equidad social, respetuoso de las normas, las libertades y los derechos humanos. Una tarea nada fácil pero tampoco imposible.

@renenunez51                               Instagram nuñezrodriguezrenejesus  elportachueloderene.blogspot.com (edición 1428)

No hay comentarios:

Publicar un comentario