Estamos todos muy
preocupados por la excedida crisis país. Mientras el tiempo transcurre, las quejas
y los reclamos del colectivo aumentan sobre pasando las capacidades de los que
tienen las responsabilidades de detenerla y superarla. Dejar pasar, dejar
hacer, para que otros nos la resuelvan por arte de magia, no deja de ser una
temeridad ciudadana irresponsable.
Los rectores de las instituciones públicas, el
gobierno y los dirigentes siguen comportándose como sino no tuvieran culpa y
responsabilidades en el conflicto nacional que cada vez se les sale de las
manos, haciendo la vida venezolana más difícil y estresante. Los ciudadanos
hartos por la situación social, han estado perdiendo la confianza, la
credibilidad, la esperanza en instituciones y dirigencia. Con sobradas
razones, porque no ven voluntad y acuerdos que antepongan, por encima de los
intereses particulares, partidistas e ideológicos, los intereses de la población,
los de la nación. En otras palabras, se nota una ausencia de la política y de
políticos fidedignos.
La política es la actividad
humana por excelencia para resolver problemas y conflictos de manera razonable
y pacífica. Cuando hay de por medio dominio autoritario, intereses ocultos y
alejados del bien común, la política no está funcionando; pues ella se
caracteriza por la valoración de la autoridad, el conocimiento, la racionalidad,
el afecto, la confianza, el respeto, la libertad, la tolerancia, como
principios fundamentales para lograr compromisos que hagan posible y sostenible
la coexistencia social en sana paz. La política existe porque los problemas y
conflictos tienen opciones de soluciones. Vela y salvaguarda los sagrados e
irrenunciables derechos humanos. Me estoy refiriendo con todo esto a la
política mayúscula, de primer orden. Ejercitada por hombres y mujeres servidores
públicos auténticos, comprometidos con la decencia, eficiencia y justicia
social.
Las políticas públicas
sostienen el sistema de libertades y leyes: la democracia. No son más que
soluciones estructuradas para dar respuestas a las necesidades de educación,
salud, trabajo, justicia, libertad, seguridad de la gente. Se centran en los
ciudadanos, su razón de ser. Donde gobernantes y gobernados, independientemente
de las diferencias y los dogmas, han de consensuar para asegurar la planeación
del progreso y desarrollo nacional.
"En política sucede
como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal".
Edward Moore Kennedy.
El político debe ser capaz
de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de
explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo". Winston
Churchill
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nuñezrodriguezrenejesus
elportachueloderene.blogspot.com (edición 1426)
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