lunes, 11 de septiembre de 2017

Sin Mercado y Democracia, no hay desarrollo

    

La democracia es el encuentro de lo político y lo humano. Sólo el equilibrio puede garantizar su sobrevivencia  e impulsar la creación de condiciones favorables para encarar el progreso y desarrollo humano-social integral de los pueblos.

Ahora bien, ello requiere de una sociedad consciente, educada, capacitada, altamente civilizada para entender y asumir lo público y lo privado como una alianza cooperativa y voluntaria para resolver los problemas con modernidad, libertad, respeto y reconocimiento recíproco de los derechos naturales y jurídicos de la población.

La economía de mercado, ha sido por lo general muy vilipendiada  por los defensores de las economías cerradas; los cuales, cuando alcanzan el poder, por sus fracasos, terminan aceptando sus bondades (Ej. China e India).

Los conflictos que existen en toda actividad económica por el problema de la escasez, suelen  ser resueltos pacíficamente en los mercados, sin la necesidad de que los gobiernos las intervengan y controlen. Ningún estado por más poderoso que sea, es autosuficiente para satisfacer la demanda de bienes y servicios domésticos; es allí cuando la economía de mercado libre juega un rol protagonico de productividad en el proceso económico-país para calmar y atenuar las tensiones sociales.

La democracia es el sistema político más idóneo donde convergen los disimiles intereses de las comunidades en el compromiso inexorable de alcanzar acuerdos de bien común individual y colectivo. Las experiencias democráticas en el mundo así lo confirman.

La economía de mercados abiertos,  funcionan por costumbres y leyes. Así como la política de la democracia requiere de libertad para funcionar, el mercado igual lo necesita. Libertad y propiedad son requisitos fundamentales para que estas economías operen eficientemente.

Resumiendo, el sistema garante de libertades nos ha demostrado que hay mayores posibilidades de paz social y duradera cuando la democracia y el mercado son respetados por gobernantes y gobernados.

El Estado moderno, por su parte, ha estado dedicado a la construcción de la infraestructura necesaria y a la prestación de servicios públicos de manera eficiente y transparente. Además de la vigilancia permanente de las variables macro económicas para garantizar su equilibrio y estabilidad (producción, consumo, empleos, inflación, ect.).  

La Venezuela de hoy está cerrada a dejar atrás los paradigmas económicos intervencionistas y controladores del mercado. Los resultados macro y micro económicos de estos últimos años evidencian los desaciertos, las distorsiones y los desequilibrios que nos empobrecen aceleradamente como ciudadanos.

No vamos a superar los problemas y las amenazas de existencia, sino terminamos de entender como venezolanos que más allá de las pretensiones electorales, continuamos  en mora con el acuerdo nacional de un plan de desarrollo viable, sustentable e incluyente a largo plazo, que parta del reconocimiento del mercado y de la democracia como herramientas claves para asegurar una mayor y mejor calidad de vida integral a todos, sin excepción. 

@renenunez51   elportachueloderene.blogspot.com (edición 1415).
Los Miércoles de 7 a 8 pm, pueden oírnos y vernos en “3 Visiones, 1 Objetivo País”  por News105.3fm (www.news1053fm.com)

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