miércoles, 8 de junio de 2016

Causa política, efecto económico-social




Hoy los venezolanos sufrimos las consecuencias de la aplicación de un modelo político cuyos objetivos los tenían muy claro desde el comienzo los protagonistas del proyecto “Socialismo del siglo XXI”;  tomando como plataforma de legitimidad la democracia. Un plan que se inicia con la convocatoria de la asamblea constituyente y la elaboración de una nueva constitución, donde se lograron dos exigencias importantes para el chavismo: una, la reelección indefinida y, la otra, el período de 6 años; aunque la solicitud original fue de 8. Aprovechándose de sus mejores momentos de apoyo popular, lograron enredar al TSJ para que el período oficial se contara a partir de la puesta en vigencia de la Carta Magna del 99.
Desde entonces, la prioridad del régimen siempre  ha sido anteponer lo político-ideológico sobre lo económico y social. “No importa que andemos desnudos, no importa que no tengamos ni para comer, aquí se trata de salvar la revolución”.  Así arrancó este proceso con la tarea progresiva y revolucionaria de desmantelamiento de la institucionalidad y del aparato productivo nacional como estrategia estatal para mantenerse en el poder y asegurar una economía centralizada y controlada; donde grupos políticos y económicos revolucionarios fueran los beneficiadores de las políticas económicas socialistas a ponerse en marcha.
No tardaron en implantar medidas de controles de precios, de divisas, de exportación, de inamovilidad laboral; a pesar de los mayores ingresos petroleros de toda la historia republicana, estimados en un billón y medio de dólares. Riqueza que no invirtieron pero si derrocharon sin control alguno. Incluyendo los préstamos nacionales e internacionales, que hoy pesan en las cuentas del Estado para el pago de los intereses y amortización de capital. Según el presidente, en los últimos 20 meses la nación ha cancelado $35 mil millones por intereses de deuda externa. La misma cifra de la deuda externa heredada del gobierno de Caldera.
No había que ser un experto de la macro y micro economía para darse cuenta del daño estructural que el gobierno revolucionario le estaba causando a la producción nacional; por ende, a mediano plazo, al pueblo en general. Esta es la verdadera guerra económica planificada que el régimen tenía “in pectore”.
Entretanto, nos mareaban con sus discursos de esperanza y justicia y emprendía la tarea de preparar la siquis del venezolano para que culparan a propietarios, dueños de capital, al mercado, al imperio norte americano (no al chino o ruso) de sus desigualdades sociales.
Lo político privó sobre lo económico. Cuando los dos factores deben de andar articulados promoviendo prosperidad, otorgando mayores capacidades y oportunidades, buen intercambio entre trabajo y salarios,   seguridad individual y jurídica, motivando la producción, creación y distribución equitativa de la riqueza. No se puede y así está demostrado científicamente,  alcanzar el bien común, cuando  lo político anda por un lado; y lo económico controlado y amenazado, por otro. Cómo es nuestro caso.
Para colmo, lo político tampoco cumplió con su rol de establecer y proteger
los derechos de los ciudadanos, la libertad y la justicia; promesas tan fanfarroneadas en alocuciones oficiales. Cómo era de esperarse, la crisis explotó por todos los ámbitos provocando descontento social del pueblo, engañado y frustrado por que las ofertas de mejoras de sus condiciones de vida no se cumplieron sino se agravaron. Ahora hay más miseria y pobreza, con avanzada desnutrición , escasez de alimentos y medicina, poniendo en peligro la salud de los habitantes. Esa es la única y verdadera razón, por la cual, más del 82% de los venezolanos exigen el justo derecho constitucional de un revocatorio al presidente de la república al cual le perdieron  credibilidad y confianza para resolver esta grave situación.  
Cómo acoplar la política a la economía, y viceversa,  en la misma dirección del plan de desarrollo humano nacional es el reto del estado moderno y eficiente. Y de la nueva Venezuela por construirse.
Presidente del Ifedec Capítulo Bolívar
@renenunez51                    
Los domingos, 8 a 9 am, en Onda Global por Onda 97.3 FM

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