Para haber paz, imprescindible
el respeto mutuo. Una condición humana de convivencia social. Cuando no la hay
se producen desequilibrios y tensiones sociales. Los conflictos.
En la búsqueda de un orden regulador de las
relaciones humanas, las sociedades modernas más conscientes procuraron leyes o
normas garantes de la coexistencia pacífica entre regímenes políticos de
diferentes concepciones ideológicas como también entre pueblos. Con ellas se
han venido alcanzando avances significativos en algunas regiones del mundo con
desigualdades sociales donde el más fuerte oprimía sin piedad al más débil. Una
tarea nada fácil pero posible con la cooperación internacional.
Con la democracia se ha logrado la adecuación
ordenada de la conducta humana hacia al esfuerzo colectivo por el bien común. El
esfuerzo del trabajo mancomunado en la
producción de bienes, productos y servicios. Las respuestas a las demandas
sociales, económicas y culturales. Reconociendo derechos y obligaciones,
ventajas y desventajas, fortalezas y debilidades. En otras palabras, la justicia
se ha ido imponiendo paulatinamente en la medida que las sociedades han tomado
conciencia de su miseria, del valor del trabajo, y de la necesidad de entender la paz como cultura de vida.
Asimismo, eligiendo a los mejores y probos dirigentes al poder con la sagrada e
irrenunciable misión de obligarlos a entregarse en su representación a la
defensa, promoción y desarrollo de sus diversos y complejos intereses
comunitarios. Y no ocupados en los particulares
o partidistas, cómo pareciera caracterizar las ejecutorias de los que hoy
gobiernan o dirigen nuestra nación. Basta oírlos, observar el uso y manejo de bienes
y recursos del Estado, para uno darse cuenta dónde yace el epicentro de los
conflictos de todo nivel y naturaleza que hoy sufrimos por igual las mayorías
nacionales.
No cabe duda, en estos últimos años la
República Bolivariana ha retrocedido en materia de administración de justicia. Una
justicia gestionada e influenciada por la imposición ideológica carente de todo
sentido económico, social y humano. En el pasado reciente, período de
abundancia (precio del crudo: 100$/barril) como en el presente, período de
inicio de la escasez (precio del crudo: 40$/barril), los recursos del Estado se
han estado ofreciendo a cambio del compromiso que se tenga con la revolución o
ideología del régimen, haciendo perder coercitivamente la independencia
política; en consecuencia, la propia independencia económica de venezolanos
inocentes.
No puede haber paz sin justicia. La justicia pasa
por vivir en libertades, respetando los
derechos humanos y la propiedad privada. Garantizando bienestar, progreso y
desarrollo de todo venezolano y de todos los venezolanos sin distingo alguno. Con
derecho a la participación en la elaboración de las políticas públicas, en las
obligaciones que se imponen, en los derechos que se acuerdan y en el establecimiento
del equilibrio entre los socialmente poderosos y los socialmente débiles. Decía
A. Graf “El medio más seguro de hacernos agradable la vida es hacérsela feliz a
los demás”.
@renenunez51 Presidente de Ifedec Bolívar
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