lunes, 24 de agosto de 2015

No puede haber paz sin justicia




 Para haber paz, imprescindible el respeto mutuo. Una condición humana de convivencia social. Cuando no la hay se producen desequilibrios y tensiones sociales. Los conflictos.
 En la búsqueda de un orden regulador de las relaciones humanas, las sociedades modernas más conscientes procuraron leyes o normas garantes de la coexistencia pacífica entre regímenes políticos de diferentes concepciones ideológicas como también entre pueblos. Con ellas se han venido alcanzando avances significativos en algunas regiones del mundo con desigualdades sociales donde el más fuerte oprimía sin piedad al más débil. Una tarea nada fácil pero posible con la cooperación internacional.
 Con la democracia se ha logrado la adecuación ordenada de la conducta humana hacia al esfuerzo colectivo por el bien común. El esfuerzo del trabajo  mancomunado en la producción de bienes, productos y servicios. Las respuestas a las demandas sociales, económicas y culturales. Reconociendo derechos y obligaciones, ventajas y desventajas, fortalezas y debilidades. En otras palabras, la justicia se ha ido imponiendo paulatinamente en la medida que las sociedades han tomado conciencia de su miseria, del valor del trabajo, y de la necesidad  de entender la paz como cultura de vida. Asimismo, eligiendo a los mejores y probos dirigentes al poder con la sagrada e irrenunciable misión de obligarlos a entregarse en su representación a la defensa, promoción y desarrollo de sus diversos y complejos intereses comunitarios.  Y no ocupados en los particulares o partidistas, cómo pareciera caracterizar las ejecutorias de los que hoy gobiernan o dirigen nuestra nación. Basta oírlos, observar el uso y manejo de bienes y recursos del Estado, para uno darse cuenta dónde yace el epicentro de los conflictos de todo nivel y naturaleza que hoy sufrimos por igual las mayorías nacionales.
 No cabe duda, en estos últimos años la República Bolivariana ha retrocedido en materia de administración de justicia. Una justicia gestionada e influenciada por la imposición ideológica carente de todo sentido económico, social y humano. En el pasado reciente, período de abundancia (precio del crudo: 100$/barril) como en el presente, período de inicio de la escasez (precio del crudo: 40$/barril), los recursos del Estado se han estado ofreciendo a cambio del compromiso que se tenga con la revolución o ideología del régimen, haciendo perder coercitivamente la independencia política; en consecuencia, la propia independencia económica de venezolanos inocentes.
 No puede haber paz sin justicia. La justicia pasa por vivir en  libertades, respetando los derechos humanos y la propiedad privada. Garantizando bienestar, progreso y desarrollo de todo venezolano y de todos los venezolanos sin distingo alguno. Con derecho a la participación en la elaboración de las políticas públicas, en las obligaciones que se imponen, en los derechos que se acuerdan y en el establecimiento del equilibrio entre los socialmente poderosos y los socialmente débiles. Decía A. Graf “El medio más seguro de hacernos agradable la vida es hacérsela feliz a los demás”.
@renenunez51          Presidente de Ifedec Bolívar                                                                       

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