El sábado pasado volvió de nuevo a encenderse una luz al final
del túnel de la democracia, el cual el régimen socialista que nos gobierna desde
hace 16 años utilizando todos los medios ha intentado en mantenerlo a oscuras para
impedir el libre tránsito de los ciudadanos demócratas por ambos extremos. El
encendido -no cabe duda- lo provocó desde la cárcel de Ramo Verde el
líder de Voluntad Popular Leopoldo López, con su llamado a los venezolanos a tomar las calles
de manera pacífica en sus regiones para exigir libertad de los presos
políticos, la convocatoria a elecciones con observación internacional y el cese
de la represión y censura contra quienes piensen distintos o critiquen la
destrucción de la institucionalidad y la pérdida acelerada de las condiciones
de vida de las mayorías nacionales, hoy en día confinadas por el hampa, la
escasez, la inflación y la impunidad.
El llamamiento de López que no contó con el
apoyo de la MUD, superó todas las expectativas sobrepasando las direcciones de
los partidos, pues la sociedad civil indistintamente de la franela que suelen
ponerse en actos similares, acató masivamente el llamado con orden, civismo y
patriotismo.
El líder de Primero Justicia, Henrique Capriles “sin dividir” e ignorando la postura
oficial de la MUD, también la apoyó participando en la marcha de San Juan de
los Morros, después de intentar en vano visitar a Daniel Ceballos en la cárcel.
Cómo los dirigentes -en su mayoría- suelen
olvidar muy rápido los compromisos, en esto de la política, he creído
conveniente recordarles que la MUD, creada
formalmente el 23 de enero de 2008 en Caracas a través de un documento denominado
Acuerdo de Unidad Nacional y reestructurada el 8 de junio de 2009, responde a
una necesidad de los partidos políticos democráticos para hacer unidos una
oposición formal, democrática y estratégica al Alto Mando de la revolución del
gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela y sus aliados al Gran Polo
Patriótico.
A continuación
los diez puntos suscritos en el Acuerdo de Unidad Nacional, con la finalidad de encarar la lucha por el
restablecimiento del orden democrático: 1. Asegurar la autonomía de las
instituciones del Estado. 2. Pluralidad ideológica dentro de la izquierda
democrática. 2. Libertad de trabajo, economía, educativa y prensa libre. 3. Desconcentrar
el poder y fomentar una descentralización efectiva. 4. Impulsar un sistema
integral de seguridad pública. 5. Defensa de la propiedad privada y de las
libertades económicas. 6. Lucha contra la pobreza por medio de la creación de
empleos y la justa distribución de la renta petrolera. 7. Educación de calidad.
8. Política exterior basada en la solidaridad, especialmente con los países de
la región. 9. Fuerzas Armadas de Venezuela institucionales. 10. Candidaturas
unitarias para los Procesos Electorales. Cómo se puede apreciar, la arquitectura de una
democracia seria y funcional, que nada
tiene que ver con la socialista en
marcha.
El compromiso unitario de los firmantes del
pacto democrático, de nuevo está en peligro por la desunión reinante en la
oposición de caras a las próximas elecciones parlamentarias. La unidad lograda
con mucho esfuerzo plural en las pasadas elecciones presidenciales, hoy está
entredicha por los intereses mezquinos, oportunistas, personales y grupales
encontrados de algunos de ellos dentro como fuera de la MUD; poniendo en riesgo
un triunfo electoral en los venideros comicios legislativos en un momento
cuando están dadas todas las condiciones favorables para asegurarlo; en virtud
de que el gobierno ya no es mayoría y perdió la calle desde hace meses por los
resultados de empobrecimiento e inseguridad generalizada de la población.
Por esa inconexión con la realidad social y
económica de estos tiempos, la marcha
del sábado aprovechó para enviar a la MUD y a los minúsculos grupos organizados
que hacen vida obstruccionista fuera de ella, un mensaje descifrado muy claro y
contundente “únanse por favor que nosotros tenemos el arma letal para imponer
la mayoría calificada en la asamblea nacional: el voto de los chavistas
frustrados y engañados, de los seguidores de Capriles, de Leopoldo, de María
Corina, de Ledezma, de Allup, de Enríquez, pero sobre todo de los
independientes que es el grueso decisor”. Solo piden además de la unión, una
plancha consensuada con los mejores candidatos, los más preparados, decentes y
luchadores sociales. Amanecerá y veremos.
Presidente
de Ifedec, capítulo Estado Bolívar
@renenunez51
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