Quedamos la vez anterior resaltando la
ineludible e impostergable necesidad de construir una alternativa democrática opositora
capaz de asegurar la victoria en las próximas elecciones parlamentarias. Con un
objetivo muy claro y definido: alcanzar la mayoría calificada para restablecer
los principios básicos en que se sustenta la democracia: las libertades, la
igualdad en el trato ante la norma o ley, el respeto al derecho ajeno, la
diversidad de pensamientos y acciones, la solidaridad inteligente y, la participación
real del ciudadano en el diseño, los reclamos y las exigencias de cumplimiento
de las políticas públicas, que no son
más que soluciones estructuradas de los
problemas y necesidades de la sociedad.
Esto pasa por el rescate de los poderes
públicos, colocando al frente por “concurso de credenciales” a los más idóneos,
honestos y de independencia partidista.
Habrá que evaluar el mecanismo y el soporte legal para garantizarlo. Pues
no cabe duda, los rectores que tenemos hoy en día han sido pocos objetivos y
justos en la toma de decisiones y resoluciones de conflictos.
La nueva asamblea nacional tiene mucho trabajo
como la de recomponer su tejido interno, ejercer el control de la gestión
pública sin retaliaciones, la exigencia de cumplimiento del presupuesto
nacional, la rendición de cuentas.
El 80% de los venezolanos están dispuestos a participar
y ejercer el voto en los comicios legislativos de diciembre, según las últimas
encuestas; nos demuestra el interés de la masa popular de castigar y cobrar políticamente al régimen
sus desaciertos, abusos, manejos fraudulentos, pero sobre todo la desmejora de
las condiciones sociales y de vida de la gente. La miseria, la pobreza y el
dolor por tanta injusticia.
El gobierno atiborrado de problemas de todo
orden e incapacitado financieramente para revertir esas condiciones, esta vez
no la tiene fácil para mantener esperanzado a sus seguidores y al pueblo en
general. La crisis de país llegó y tocó las puertas de las casas de los casi 30
millones de venezolanos que ya no ocultan su malestar y sus deseos de cambio.
Nunca antes la Oposición había tenido una
clara oportunidad de vencer en unas elecciones como ahora. Le corresponde a la
MUD prepararse y organizarse inteligentemente para transformar el descontento
nacional “in crescendo” en la fuerza aliada de la conquista parlamentaria.
Pensando en los mejores intereses de la
democracia y de la nación, la MUD debe considerar, entre otras, las siguientes
premisas: 1. Tarjeta única. 2. Estructurar una plancha de
candidatos con los más preparados, decentes y luchadores sociales; no todos
deben ser dirigentes partidistas; tratándose de materias de estado debe
asegurarse la presencia en el Hemiciclo, como antes se hacía en el otrora
congreso nacional, de representantes de todos los sectores de la vida nacional.
Dirigentes independientes 3. Explicar el abandono de las funciones de los actuales
diputados del oficialismo para convertirse en un brazo ejecutivo del gobierno.
4. Inicio de una estrategia de comunicación para recordar los trastornos
económicos y sociales de los ciudadanos; las propuestas para atacar los
desequilibrios e inestabilidad. Los compromisos que están adquiriendo con sus
regiones.
Acá en Bolívar, se pudiera recordar quienes
fueron los diputados del Psuv que le prometieron la defensa de sus intereses
regionales y municipales, y no lo hicieron. Preguntar sí han vuelto a pasar por
sus caseríos, sus barrios, sus sectores, sus municipios. La hora de evaluación
de sus gestiones; una crítica perspicaz, sin caer en las descalificaciones; por
el contrario, positiva, constructiva y explicativa de cómo lo van a hacer, y
por qué requieren ganar por mayoría absoluta (110 curules) la AN.
Hasta aquí todo pareciera dentro de la MUD Bolívar
tenerlo claro. La contrariedad se inicia ¿Cómo hacer para confeccionar una
plancha unitaria representativa ganadora? Los partidos mayoritarios y
minoritarios en el caso de Guayana, les ha sido difícil hasta ahora ponerse de
acuerdo. Los partidos fuertes dicen que le corresponden colocar en ella sus
candidatos conforme con los resultados de las últimas elecciones; en cambio los
pequeños, más de siglas que de trabajo político activo permanente, se
apoyan en el argumento de la
representación de las minorías.
Insisto, Bolívar por su complejidades de
intereses lo ideal sería elaborar una terna integrada por un representación de
los trabajadores, uno que conozca por dentro y por fuera la gerencia de las
empresas básicas, uno en representación del sector comercio e industrial, y por
dirigentes partidistas. Nombres los hay de sobra, le darían a la MUD la
repotenciación y credibilidad para asegurar una gran victoria en todo el
estado. ¿Cómo que estoy exigiendo mucho?
Presidente
de Ifedec, capítulo Estado Bolívar
@renenunez51
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