Otro año en vano. No se resolvieron los graves problemas estructurales que vienen
incubándose en las vidas de los venezolanos desde hace más de una década en
contra de su voluntad. El “futuro edén socialista” prometido sigue en mora.
En este 2014 “gobierno de eficiencia” “Patria segura” “Precios justos” resultaron
como las otras anteriores pura buenas intenciones propagandísticas. Ni fueron eficientes ni hubo patria
segura ni los precios de los bienes, de los alimentos, de las medicinas, de los
servicios públicos, de los productos en general, bajaron.
Por el contrario, tuvimos la inflación más
alta del mundo, la peor devaluación y escasez de toda la historia republicana. Mientras el costo de la cesta básica familiar
se elevó a 26 mil bolívares, el sueldo mínimo no alcanzó los 5 mil.
Continúo el derroche, la malversación de
fondos públicos, la no rendición de cuentas,
la “echadera de culpa” a otros de sus desaciertos, errores y abusos. La
otrora “gallina de los huevos de oro” tampoco
pudo esta vez cubrir las necesidades financieras del país.
Oportuno recordar que desde 1999 se ha
recibido por renta petrolera más de un billón de dólares; la deuda total se
elevó de 36 mil millones a 300 mil millones de dólares; suficiente dinero para habernos
transformado como nación en una verdadera potencia mundial económica,
diversificada y menos dependiente del petróleo.
Con una agricultura, una ganadería, una industria manufacturera altamente
tecnificada y productiva capaz de satisfacer la demanda interna del mercado como
la colocación en el exterior de sus excedentes. Amén de haber desarrollado la industria del turismo
tomando en cuenta nuestras potencialidades y bellezas naturales de norte a sur
y de este a oeste, aprovechando lagos, ríos y mares.
Se cierra un año con un déficit fiscal, cuya
cifra no se atreven siquiera a informar justo cuando los precios del crudo
están alrededor de $60/barril, por debajo de la base de cálculo del presupuesto
nacional 2015, recientemente aprobado por la AN. Con unas reservas
internacionales inferior a 1.000
millones de dólares. Con una industria pública y privada en mengua productiva.
Un PIB negativo (-4%).
Lo político-ideológico ha privado siempre
sobre lo económico, copiando un modelo fracasado y retrógrado del siglo pasado,
donde solo Corea del Norte y Cuba lo mantienen en el presente. Me refiero al “Socialismo del siglo XXI”, paradigma
que se basa en el cultivo del fracaso para asegurar el control del ciudadano en
todos sus ámbitos.
El gobierno hoy encerrado en sus propias
contradicciones e intereses, nos pide mayor comprensión, sacrificios y paciencia
para 2015 donde ahora si se resolverán los problemas. Sin embargo,
profesionales serios conocedores de la materia económica, han coincidido en un pronóstico por demás
preocupante y desesperanzador “Si el
gobierno toma las medidas económicas correctas y acertadas, la inflación en el
próximo año será del 100%. ¡Ave María Purísima!
Las guarimbas, la guerra económica, ahora el
bloqueo financiero, fueron las excusas del régimen este año
¿Cuáles serán las nuevas a partir de enero?
Las perspectivas del año entrante nada esperanzadoras,
sobre todo porque no hay intención ni voluntad de rectificación del modelo
político-económico en marcha de quienes nos gobiernan. No tienen vuelta atrás
como suelen corearlos en cadena nacional sus seguidores. Para los más
radicales, el diálogo con los factores de oposición, una mayor participación
del sector privado en la economía con estímulos y garantías, significa el
reconocimiento del fracaso ideológico del sistema. Un dilema que el presidente
debe dilucidar como estadista en beneficio de los intereses de la nación y no
de la revolución.
Los ciudadanos no pueden seguir asumiendo los
mayores costos y sacrificios de una gestión pública maula, corrompida,
excluyente e irresponsable. No se necesita ser experto para uno darse cuenta
que el gobierno debe tomar sin dilación, si de verdad le interesa resolver la
crisis que crearon, las siguientes
medidas: 1) Reducción del gasto público.
2) Suspensión de toda ayuda extranjera petrolera y no petrolera. 3) Estímulos y garantías a inversionistas
nacionales e internacionales en áreas productivas claves para el desarrollo nacional. 4)
Diálogo sincero con la Oposición para garantizar equilibrio e independencia en
nombramiento de los nuevos rectores de poderes públicos. 5) Cesar cadenas de
radio y televisión para insultar y descalificar a quienes piensan diferente; evitando
mensajes tendenciosos de la lucha de
clases. No hay otra opción. (Feliz
navidad, hasta el miércoles 17 de enero de 2015).
Presidente
del Ifedec, capítulo Estado Bolívar
@renenunez51
Tres acotaciones:
ResponderEliminar1) "...suficiente dinero para habernos transformado como nación en una verdadera potencia mundial económica, diversificada y menos dependiente del petróleo."
Han ingresado unos 10 planes Marshall. Con un solo plan Marshal se levantaron 17 países. Aquí, con el mismo dinero, no se ha levantado ni uno.
2) "Un dilema que el presidente debe dilucidar como estadista..."
Eso le correspondería a otro personaje, con potencial para ello. No es este el caso.
3) Nada de lo solicitado al final se dará. Ellos (el eterno, galáctico e infinito) anunció claramente lo que iban a hacer. Nadie les creyó, pero lo que están haciendo es justamente "destruyendo el estado burgués". No asesinando como hizo el de la Habana, pero poco a poco. Ya están emigrando los cerebros. Se están haciendo de un lumpen fácil de controlar. Los boliburgueses, si es que sobreviven, serán los últimos en fenecer. Están desmontando todo, estado de derecho, independencia de poderes, instituciones democráticas, libertades individuales, etc., etc.