La política internacional nunca se ha
caracterizado por ser justa. Ha sido siempre muy pragmática, donde lo económico ha privado a la hora de la
toma de decisiones de organismos supranacionales para resolver diferencias o
conflictos entre sus países miembros cuando la paz y la seguridad internacionales
ha estado en peligro.
Para velar por ella, de conformidad con la Carta
de la ONU, se creó el Consejo de Seguridad (CS) integrado por 15 Estados con derecho a voz y a voto; de los cuales 5 son permanentes con poder adicional de veto, a cualquier resolución; ellos son: China, Francia,
Federación de Rusia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los
Estados Unidos de América. El resto son rotados cada 2 años, actualmente ocupan
estos puestos: Argentina, Australia, Chad, Chile, Jordania, Lituania,
Luxemburgo, Nigeria República de Corea y Rwanda. El CS, entre otras
atribuciones, tiene la facultad de decretar embargos o sanciones económicas, o
autorizar el uso de la fuerza para hacer cumplir sus decisiones.
La semana pasada, la Asamblea General de la
ONU eligió 5 nuevos miembros no
permanentes: Nueva Zelanda, Malasia, España, Angola, y Venezuela; quien
sustituirá a Argentina para el bienio 2015-2016, a partir del 01 de enero de
2015. La quinta vez desde 1945. Para ser elegido se requiere del apoyo de dos
tercios (129) de los Estados Miembros, Venezuela obtuvo 181 votos sin
competencia alguna, pues más nadie del Grupo Regional de América Latina y el
Caribe (Grulac) se postuló.
Esta elección de nuestro país ocurre casi en
paralelo con el dictamen del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias del
Consejo de Derechos Humanos de la ONU con sede en Ginebra que ordena al Estado
venezolano liberar de inmediato a Leopoldo López, coordinador nacional de
Voluntad Popular, tras determinar luego de una exhaustiva investigación que al
líder político se le detuvo arbitrariamente y se le violentaron varios de sus
derechos civiles, políticos y constitucionales; incumpliendo el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos al no permitírsele el legítimo
derecho a la defensa, afectando su derecho a la presunción de inocencia y
someterle a un proceso judicial por ejercer su derecho constitucional a la
libertad de expresión y manifestación.
La fiscalía general de la República sin
dilación se pronunció aclarando que esta decisión no era vinculante; haciendo
de nuevo valer la tesis de la independencia y de la soberanía nacional. La no
injerencia en los asuntos internos.
Entretanto, el nuevo canciller Rafael Ramírez,
por su parte, celebraba el ingreso de Venezuela al CS como "resultado
de un largo y sostenido esfuerzo del presidente Nicolás Maduro, quien decidió
avanzar en el área internacional con un modelo de resolución pacífica de los
conflictos". Recordando, además, que en 2015 "Venezuela se convertirá
en el primer país en la historia en ocupar una silla en el CS y la Presidencia
del Movimiento de Países No Alineados de manera simultánea". "La triple corona", como lo llamó el
presidente Maduro, pues también el país
se encuentra en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.
Ahora bien, la política exterior o política internacional
de cada país tiene como objetivo fundamental aprovechar con inteligencia las
relaciones bilaterales y multilaterales para potenciar el desarrollo de sus intereses
nacionales, tanto los del sector público como los del privado. ¿Cómo ofrecer,
colocar sus bienes, sus productos y sus servicios nacionales excedentes a
precios competitivos (vender) en el mercado internacional? ¿Cómo adquirir
bienes, productos y servicios exteriores a precios convenientes (comprar) para
su desarrollo nacional? También se asumen responsabilidades compartidas en distintas
materias de interés humano-social; entre otras importantes, como la de los derechos
humanos, la de las libertades, la de la seguridad, y la de la paz.
Si la “triple
corona” de la que se ufana el régimen es importante para la nación; para
los ciudadanos venezolanos, soberanos, a los cuales el Estado y los gobiernos
se deben, también lo es en la exigencia del goce y disfrute pleno de la “triple corona nacional” que abarca la
SEGURIDAD, el respeto de los DERECHOS HUMANOS y la PAZ SOCIAL sin distingo alguno.
No es casualidad que la Venezuela de hoy ocupe
las primeras posiciones del ranking en el mundo en las asignaturas de:
inseguridad, poca transparencia, inflación, impunidad, improductividad, y violaciones
de derechos humanos. “Luz para la calle,
oscuridad para la casa”.
.
Presidente
del Ifedec, capítulo Estado Bolívar
@renenunez51
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