Otro año que
se nos fue en rojo. El estrés social y político continúo. Veníamos de un 2013
traumático. Con dos elecciones, presidencial y de gobernadores polarizadas, la
muerte de un presidente que calló su enfermedad y participó en los comicios
presidenciales cuando su salud individual y de la república debieron privar
ante todo; pero no fue así. Tan real que el 8 de diciembre de ese año, reelegido
como presidente, Chávez regresó de improviso de Cuba donde se había refugiado
en búsqueda de esperanza de vida, para informar la gravedad del cáncer que
tenía, vino exclusivamente a nombrar como sucesor político de la revolución y
del gobierno a Nicolás Maduro, desestimando de nuevo el estado de su salud. Su
desenlace final posteriormente obligó otra elección, la del 14 de abril, otra de
las tantas que hemos tenido casi seguida en los últimos quince años, cuyos
resultados; a pesar de que el CNE demostró a su manera que los mismos
favorecieron al actual presidente de la república, siguen en dudas por la
Oposición. Ésta, por su lado, pasó por unas primarias para legitimar candidaturas
a la presidencia y a las concejalías. En resumen, dos años inmersos en una
intensa campaña agotadora, donde -no cabe duda- el gobierno siguió
desperdiciando oportunidades y soluciones a los graves y acumulados problemas de
la nación entre otros, el “in crescendo” monto de pasivos laborales y otras deudas
del Estado con sus acreedores, la desinversión en las empresas básicas de
Guayana y las petroleras. No tienen excusas, porque nunca dejaron este tiempo
de recibir inmensos ingresos y excedentes petroleros, los provenientes de créditos nacionales e internacionales y los del Seniat.
El 2013 termina con las elecciones
municipales, de nuevo el poder ejecutivo hizo uso indiscriminado e
incuantificable de los recursos financieros y humanos del Estado para favorecer
a sus candidatos con impunidad total. El oficialismo mantuvo una mayoría de
alcaldías, aunque la Oposición recuperó 26 de dominio chavista, subió de 51 a
77. En el caso de los ediles, crecieron de 220 a 800 en todo el país.
Triunfaron en las de mayor densidad poblacional, las capitales más importantes
como las de la Alcaldía Mayor de Caracas, la de Valencia, la de Maracaibo, la de
Barquisimeto, la de San Cristóbal, la de Porlamar, la de Maturín, y una muy
especial para ellos, la de Barinas.
Minutos después de conocerse los resultados
del CNE, hasta ahora, la respuesta “inconstitucional” y descarada de la
Presidencia ha sido la creación de gobiernos paralelos donde la oposición
dominó. En pleno proceso electoral de los comicios municipales crearon uno en
Miranda, acompañado de una campaña de desprestigio institucional del Estado
Central contra ese Estado. Como no se lograron los objetivos con el creado contra
Antonio Ledezma en tiempos de Chávez, ahora Maduro bautizó otro con Ernesto
Villegas, perdedor: ministerio de la Transformación de Caracas. Hace dos días
acaba de constituir el Consejo de gobernadores, alcaldes y Concejales
bolivarianos. Una nueva demostración de la SEGREGACIÓN política de Estado en
nuestro país. Acabando de elogiar a Mandela con misa y todo.
Los pronósticos del 2014, nada esperanzadores,
no hay intenciones de rectificación en lo económico donde está sembrada las
posibilidades de una hiperinflación que nos agarrará desprevenido con una
economía nacional destruida, dependiente ya no solo del petróleo sino del
crédito o del trueque internacional. Esperamos, la Navidad, los haga entrar en
paz con la democracia y el bienestar para todos, y pueda, por lo menos, atenuar
la secuela social que dejará a todo nivel el próximo año. FELIZ NAVIDAD A TODOS.
Hasta enero 2014.
Presidente del Ifedec, Capítulo Estado Bolívar @renenunezr
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