No vamos por
buen camino. Como sociedad pensante
estamos muy preocupados. Por la forma como el gobierno suele comunicarse con
los ciudadanos, creando demasiada crispación, dejando de lado su verdadero objetivo, su verdadera misión que no es otra que asegurar
el bienestar de todos los venezolanos sin distingo de ninguna naturaleza. Una
administración pública que viene perdiendo las formas, el sentido común
democrático; subestimando el valor del respeto por las opiniones y las ideas
del otro, destruyendo la base de una democracia funcional como lo es el diálogo
y el progreso.
Los valores humanos son las características
“buenas” que nos diferencian y permiten ser más solidarios, generosos y
comprensivos que los animales. Porque
dan prioridad al bien común, al bien colectivo, por sobre uno. Lo que se
denomina “altruismo” donde la ética, la integridad y la honestidad están
presentes e inseparables. El altruista es como el capitán de un barco que se
está hundiendo, y da prioridad a salvar mujeres y niños primero, luego los
demás pasajeros y él solo piensan en sí mismo cuando ya no hay forma de poder
hacer algo por nadie más.
Una persona de palabra. Que cuando se
compromete a algo o lo afirma, es probable que hasta ponga en riesgo su vida
por cumplir con lo que dijo o se comprometió. Seria, confiable, positiva,
honesta, sincera, considerada, dedicada a lo suyo con esmero y pasión. El educador que vela por el bienestar de sus
alumnos en el ámbito en el que se encuentre.
Intenta educar con el mayor tacto posible a los equivocados, a la vez que evita dentro de lo lógico los desmanes de cualquier desubicado, ya que no ejercerá fuerza o violencia llevando las de perder y tiene claro que su única autoridad es la moral del ejemplo personal.
Nada de esto se aprecia en quienes fueron elegidos para gobernar los destinos de la nación sin exclusión alguna. El gobierno de turno exige respeto a sus ideas y acciones pero no respeta a las ajenas. Ignorando que la verdadera tolerancia requiere de respeto a las ideas ajenas, siempre que las ideas ajenas también respeten a quienes las respetan. El principio de la igualdad, del orden y de la convivencia social, de la paz.
Intenta educar con el mayor tacto posible a los equivocados, a la vez que evita dentro de lo lógico los desmanes de cualquier desubicado, ya que no ejercerá fuerza o violencia llevando las de perder y tiene claro que su única autoridad es la moral del ejemplo personal.
Nada de esto se aprecia en quienes fueron elegidos para gobernar los destinos de la nación sin exclusión alguna. El gobierno de turno exige respeto a sus ideas y acciones pero no respeta a las ajenas. Ignorando que la verdadera tolerancia requiere de respeto a las ideas ajenas, siempre que las ideas ajenas también respeten a quienes las respetan. El principio de la igualdad, del orden y de la convivencia social, de la paz.
Inaceptable ver un presidente de la república utilizando
los medios y recursos del Estado para amenazar, para descalificar, para
sentenciar a todo aquel que tiene una crítica, un pensamiento, una idea
distinta.
La función primordial de un jefe de gobierno es la de armonizar los variados y complejos intereses de toda una sociedad y ponerlos al servicio común del progreso y del desarrollo. Y no lo está haciendo. Tampoco contamos con un Estado capaz de garantizar a sus ciudadanos un trato igualitario ante la ley independientemente de la posición o poder político, económico y social que se tenga. La soberanía de la democracia reside en el pueblo, por tanto, el presidente no puede, ni debe considerarse más importante que otro venezolano. Los ciudadanos no se deben a él, él se debe a los ciudadanos. Su responsabilidad es servir a todos por igual. Sin inmiscuirse en el resto de los poderes los cuales deben administrarse con autonomía e independencia a fin de legitimar la colocación de la razón y de la justicia en su lugar correcto y justo. Muy grave juzgar desde nuestro propio sitio sin posicionarnos mentalmente en el puesto que ocupan los otros. Lo dicho en estos días por Henry Falcón, gobernador de Lara, sobre la importancia de rescatar la institucionalidad democrática no es una amenaza de desestabilización sino el reconocimiento de una realidad inocultable, la misma preocupación sentida por la mayoría de los venezolanos: la injerencia e influencia del poder ejecutivo en otros poderes. Nos rebelamos contra la ignorancia y la pobreza. La senda por donde nos quieren llevar a la fuerza el régimen no conduce a la suprema felicidad ni a la justicia social.
La función primordial de un jefe de gobierno es la de armonizar los variados y complejos intereses de toda una sociedad y ponerlos al servicio común del progreso y del desarrollo. Y no lo está haciendo. Tampoco contamos con un Estado capaz de garantizar a sus ciudadanos un trato igualitario ante la ley independientemente de la posición o poder político, económico y social que se tenga. La soberanía de la democracia reside en el pueblo, por tanto, el presidente no puede, ni debe considerarse más importante que otro venezolano. Los ciudadanos no se deben a él, él se debe a los ciudadanos. Su responsabilidad es servir a todos por igual. Sin inmiscuirse en el resto de los poderes los cuales deben administrarse con autonomía e independencia a fin de legitimar la colocación de la razón y de la justicia en su lugar correcto y justo. Muy grave juzgar desde nuestro propio sitio sin posicionarnos mentalmente en el puesto que ocupan los otros. Lo dicho en estos días por Henry Falcón, gobernador de Lara, sobre la importancia de rescatar la institucionalidad democrática no es una amenaza de desestabilización sino el reconocimiento de una realidad inocultable, la misma preocupación sentida por la mayoría de los venezolanos: la injerencia e influencia del poder ejecutivo en otros poderes. Nos rebelamos contra la ignorancia y la pobreza. La senda por donde nos quieren llevar a la fuerza el régimen no conduce a la suprema felicidad ni a la justicia social.
Presidente
del Ifedec, Capítulo Estado Bolívar
@renenunezr
Gracias, por todo lo que nos aportas, por favor usted que tiene esta ventana comunicacional, ayúdenos a concientizar la defensa del voto el dia de las elecciones, por experiencia propia se que si los electores permanecen frente a los centros de votaciòn en los escrutinios y respaldan a los miembros de mesa para que se auditen todas las mesas en cada centro de votación, la Democracia se oxigena, y las acciones para su defensa también, pacíficamente se presiona a que se cumpla EL MANDATO DEL SOBERANO, nuestro problema es que a pesar de que somos mas, no estamos organizados, gracias y disculpe
ResponderEliminarAmiga, comparto su angustia, la tengo igual, somos los ciudadanos los que tenemos, debemos reaccionar frente a los abusos de un régimen antidemocrático y dispuesto a hacer cualquier cosa para evitar la derrota. Nuestra arma es el voto, si votamos mayoritaria y contundentemente se les hará difícil desconocer nuestra voluntad
ResponderEliminar