Quienes tienen conciencia del desarrollo
humano, saben que la premisa fundamental de ese proceso es la educación. Un
tema por lo general subestimado en los países con retraso en esa dirección como
el nuestro.
Más allá de las consideraciones que por lo
general en el debate político electoral suele plantearse como el de
infraestructuras insuficientes e inadecuadas, las bajas remuneraciones y
condiciones sociales y ambientales como trabajan empleados, maestros y
directores de planteles, amén de los graves problemas de inseguridad en sus
alrededores, hoy quiero tratar este derecho humano desde otro punto de vista, el conceptual y pedagógico convencido
que los problemas anteriores son posibles de solucionarlos con simple voluntad
política, pero de nada vale si no se tiene claro el fin de la Educación básica
donde la gestión municipal tiene un rol más directo que cumplirlo sin excusas
ni demoras, desde nivel de guarderías hasta el noveno grado. En el caso del
municipio Caroni según información extraoficial, porque nada se sabe lo que
hace la actual administración, habría unas 16 escuelas municipales.
La oferta educativa del candidato de la MUD
Caroni: Wilson Castro, plantea un justo reconocimiento a la adecuación de la
educación a las necesidades de la ciudad, corrigiendo los desequilibrios
territoriales y las desigualdades sociales, reforzando la red pública y
contribuyendo a la mejora del sistema integral.
Por otra parte, el compromiso de la planificación del mapa escolar de la
ciudad, el seguimiento y la difusión del proceso de preinscripción y
matriculación en los centros públicos y concertados.
Ahora bien, retomando el tema, lo primero que un alcalde y una ciudadanía consciente y
responsable deben compartir es que todo niño
tiene derecho a la educación gratuita en el municipio. Las escuelas como
centros de instrucción obligatoria, con trato igual para todos, construidas cercanas
a sus comunidades.
Con un objetivo muy claro: el pleno desarrollo
de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos
humanos y a las libertades fundamentales. El fin primario es el de desarrollar
la inteligencia de todos. De allí, la importancia de la estimulación temprana
de las facultades de niños y jóvenes, tanto cognoscitivas como emocionales. La
elevación del nivel de inteligencia emocional, hoy en día, tiene mucho que ver con
la atención recibida desde el embarazo hasta el nacimiento del nuevo ser. Nacer
en el seno de una familia sana, rica de valores y principios ha de ser lo
normal en una sociedad que se precie y valora en su integridad; cuando no los
hay problemas y vicios reñidos con las buenas costumbres y la moral influirán
significativamente en la conducta futura.
Hay un valor muy menospreciado en el país, en
especial en el municipio Caroní, la VERDAD. El reto es convertirla en una
institución. Crítica. La del conocimiento de las cosas. La aplicación y
adecuación del intelecto a la realidad. Ese derecho a la búsqueda y
conocimiento de Dios, el derecho a la ciencia, el derecho a la información, el
derecho a la educación, no es más que otra cosa que el derecho a conocer a la
VERDAD en todas sus acepciones y sentidos.
La familia tiene también responsabilidades
directas e indirectas en la formación de sus hijos e hijas. No es en vano
cuando universalmente se reconoce la familia como la “primera escuela”.
Una sociedad civil organizada alrededor de
la escuela con padres y representantes interactuando con la dirección del
plantel, los maestros, apoyándolos en cubrir aquellas necesidades que desde adentro por sí solo no
es posible, coadyuva en la formación integral de los estudiantes en su
desarrollo personal con la capacidad de incorporarlos activamente a la dinámica
del desarrollo de su país pero fundamentalmente a la de su municipio.
Presidente
del Ifedec, Capítulo Bolívar
@renenunezr
“Problemas
y Soluciones”, los sábados, 1 a 3 pm, Unión Radio 8.81 FM
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