miércoles, 5 de junio de 2013

PODER LOCAL



  La semana pasada estuve participando en Caracas en unas jornadas de trabajo sobre Poder Local, auspiciadas por la Fundación de Estudios Municipales con presencia de diez candidatos a alcalde de varias partes del país elegidos por primarias y con altas posibilidades de victorias. Rachid Yasbek, Aliana Estrada y mi persona nos tocó acompañar al de la alcaldía del Municipio Caroni, Wilson Castro. Encuentro que permitió conocer las experiencias de gestiones municipales de Sucre y de Baruta. Para mí fue un honor encontrarme de nuevo con el respetado amigo el Dr. Carlos Romero, uno de los pocos venezolanos que ha estado dedicado en los últimos años -escribiendo libros y dirigiendo talleres- a destacar las bondades y la importancia del poder municipal en una democracia funcional.
 La trascendencia del tema fue lo del empoderamiento de la participación ciudadana en la planificación, la evaluación y la ejecución de proyectos, programa y planes de los gobiernos municipales, proceso de descentralización que se inició antes de 1998 con la creación de los consejos parroquiales y las asociaciones de vecinos; aunque con poca fuerza de convicción de los actores políticos protagónicos de ese entonces, y que después, ha estado siendo revertido progresivamente por los que hoy gobiernan en Miraflores desde hace casi quince años, caracterizados por el desmantelamiento y la desnaturalización de las instituciones del Estado, las cuales perdieron autonomías e independencias para subordinarse al poder Ejecutivo.
 Hace tiempo, el papel del Estado moderno y democrático en el mundo desarrollado fue redefinido en todos los niveles, fortaleciendo y favoreciendo la participación ciudadana, especialmente desde los gobiernos locales. Se legitimó la participación de corresponsabilidad abierta y coordinada entre la administración pública y privada con el ciudadano común en la búsqueda de soluciones, tomando en cuenta las realidades de las comunidades. Esto favoreció el fortalecimiento del sistema político, la democracia, la gobernabilidad y la cultura de la paz. El deber ser. Con una gestión de inclusión, despartidizada sin privilegiar a ningún sector. Transparente. De libro abierto a todos, sin distingo de credo, religión, nivel social o raza. El alcalde o Jefe Local se transformo en la principal referencia ética del municipio.
 La demora deliberada del CNE en la convocatoria de elecciones municipales en nuestro país, una muestra de la poca estima y valoración que le tiene este organismo a los derechos ciudadanos, como los son, entre otros, el de la renovación oportuna de las autoridades locales, así como los de sus reclamos por mayores espacios y oportunidades de participación en las soluciones de sus problemas.
 Es por ello que la nueva fecha anunciada estos días por la rectora Tibisay Lucena, 8 de diciembre, para los comicios municipales, Dios quiera, los ciudadanos la tomen como incentivo moral y ético para acudir masivamente a expresar sus votos ese día en procura de cambiar el status quo revolucionario que impera en la mayoría de los municipios de la república, a partir de una participación abierta, transparente y libre.
 Convencidos de la oportunidad, los candidatos a burgomaestres (en su mayoría jóvenes) como sus equipos de trabajo, asumieron el compromiso por separado de poner en práctica lo conocimientos recibidos en los tres días que duró el programa de Poder Local. Igualmente, decidieron aunar esfuerzos mancomunados en la defensa de la descentralización política administrativa del Estado, donde el ciudadano sea el sujeto y objeto de la gobernabilidad, una vez logren el triunfo. 

Presidente del Ifedec,  Capítulo Bolívar                  @renenunezr

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