viernes, 17 de mayo de 2013

Socialismo empobrece para controlarte



Quizás por la manera sistemática y compulsiva como se han venido dando las cosas en esto de la política en el país, una mitad de los venezolanos, en su mayoría inocente, no ha terminado de darse cuenta de los propósitos ocultos que persigue la revolución en marcha desde 1999. Tampoco la dirigencia opositora ha hecho un trabajo eficaz para contrarrestarlo.
 Han sido catorce años de bombardeo ideológico con apoyo de los poderes públicos, secuestrados a conciencia para facilitar el proyecto del “Socialismo del siglo XXI”, calificado por Fidel Castro para que no existiera confusión como comunista, pues para él “socialismo es comunismo”. Un sistema que plantea como estrategia la destrucción del incentivo del ciudadano para, inclusive, hacerse cargo de su familia y de sus bienes, un crimen contra la naturaleza y contra Dios. Creando un ambiente de dependencia. ¿Para qué?  Para incrementar su poder. Expertos creando pobreza.  Enemigos del capital en manos de la gente, les produce temor que ciudadanos tengan la libertad de emplearlo en sus proyectos de vida. 
 El imperio de la dependencia bajo falsas promesas y mentiras. El miedo y terror como estrategia de lucha. Instaurador de una educación ideologizada y condicionada. Interesado en “dar peces pero sin permitirles pescar”.
 La estrategia novedosa de Chávez, apoyado en los últimos años en un precio promedio del crudo criollo alrededor de 100 dólar por barril, fue la de utilizar y explotar la democracia del voto, la que ya por los resultados del 14-A al gobierno de Maduro no le resulta confiable. Por eso le asusta la convocatoria de elecciones municipales, las cuales sin razón alguna y a lo bravo no lo han querido hacer a pesar de que alcaldes y concejales tienen sus períodos vencidos. Un abuso descarado.
 Para evaluar una gestión de gobierno, pública o privada, no existe otro método más idóneo y objetivo como cotejar programa de compromisos versus resultados, si de ese balance los resultados son favorables, con eficiencia y transparencia, cualquier ciudadano está en capacidad de reconocer cuando una gestión es positiva o negativa. Esta evaluación es la que la dirigencia opositora debe propiciar e incluir en el diálogo político para concienciar al ciudadano confundido que con este proyecto de país socialista comunista la suma de felicidad social prometida es inviable, una farsa, no se vive mejor; por el contrario, se empobrece. Los resultados están a la vista, los venezolanos estamos sufriendo una desmejora en la alimentación, en el beneficio de los servicios públicos, en la salud, en la educación, en el disfrute y respeto de los derechos humanos, en las libertades de gustos, de creación, de participación, de crecimiento, de progreso, en fin, de oportunidades. Si se compara la Cuarta República con la Quinta, no cabe duda, en la primera se vivía mejor, en ésta se vive más estresado y angustiado por el control de nuestras actividades humanas, el desorden y las injusticias. Sin excusas, ningún otro gobierno republicano ha tenido control absoluto del Estado-supuestamente- en democracia, ha recibido la suma de un billón doscientos mil millones de dólares por renta petrolera como el actual que se ufana de revolucionario y defensor de la igualdad social. Suficiente dinero para haberlo invertido en obras y servicios eficientes, en empresas estatales para hacerlas más productivas, en pago de los altos y crecientes pasivos laborales, en pago de las deudas a propietarios de empresas expropiadas y confiscadas, en proyectos industriales generadores de nuevos empleos, etc. En otras palabras, en mayor y mejor calidad integral de vida,  para brillar con luz propia.

Presidente Centro Políticas Públicas Ifedec, Capítulo Bolívar                  @renenunezr

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