Definir el tema no ha sido fácil nunca. La
realidad es que cuando una sociedad vive bajo tensiones y conflictos
permanentes, como la nuestra, genera conductas violentas por diferentes causas,
destacándose dos, la generada por crisis económica-social y, la otra, por
pérdida de valores. Ambas se complementan, trayendo como consecuencias:
desempleo, exclusión, pobreza, alcoholismo, drogadicción, corrupción,
conllevando a una pérdida de confianza e identidad de los ciudadanos con sus
dirigentes e instituciones. Dichas
conductas violentas se dan por la ruptura entre los ciudadanos y las normas de
convivencia social pacífica, impuestas y aceptadas por la mayoría de la
población.
A luz de la historia, las sociedades
han venido tomando conciencia de ella y de la necesidad de un orden capaz de garantizar a
sus integrantes la condición de ser humano donde prive la armonía, la paz, la
seguridad, la libertad en su creatividad espiritual o material para su
felicidad. En otras palabras, respeto a los derechos a la vida, a la
integridad, a la libertad, a la propiedad de bienes. El Estado es el
responsable de establecer ese orden, no solo de represión de los delitos sino
de su prevención y control. Su misión fundamental, entonces, es la de brindar
protección a sus nacionales frente a toda amenaza a la seguridad y la de sus
bienes. Garantizando tranquilidad individual y colectiva sin distingo de
ninguna naturaleza. Para ello, el gobierno de turno se obliga a diseñar y
ejecutar políticas públicas en lo económico, lo social, lo deportivo, lo
cultural preventivas y punitivas para facilitar el desarrollo de vida social
sin temores ni peligros. Ahora bien, estas políticas han de elaborarse con
participación de la ciudadanía para que el respeto de los derechos y
cumplimiento de las obligaciones sean compromisos mutuos a favor de orden,
tranquilidad y paz social. Esto solo la
democracia puede garantizarlo.
Traigo a colación esta reflexión, para
explicar el por qué Venezuela tiene hoy en día
los índices de inseguridad más altos no solo de la región sino del mundo. El
gobierno de turno en 14 años de mandato casi triplicó la violencia (de 18 a 48%) en el país. 18 mil
muertos por año. No obstante; el gobierno tiene el descaro de ignorar estas
cifras y afirmar que la inseguridad es un problema de percepción y sensación
mediática de la oposición.
¿Cuales son las causales de ese disparo “violento” de la violencia
criolla?
1. Los poderes públicos perdieron
autonomía e independencia. Al frente de ellos se colocaron personas afectas y
comprometidas con el proyecto ideológico del Jefe de Estado. El estado de
derecho dejó de operar con equidad, objetividad y transparencia. La impunidad
es la norma (de 100 delitos cometidos, solo 8 son procesados).
2. El discurso y las acciones políticas del
gobierno (Poder Ejecutivo) presentan un contenido de resentimientos, odios,
antivalores, divisiones y exclusiones.
3. A pesar de haber recibido un billón de
dólares por renta petrolera, este
gobierno no redujo, por el contrario, agravó problemas sociales tan
sensibles como: empleos vivienda, salud, educación, alimentación, etc. Menos
los de la corrupción y el narcotráfico.
4. Violaciones reiteradas a las normas
constitucionales, derechos humanos, derechos laborales, derechos democráticos,
y desacato a dictámenes internacionales sobre Venezuela en estas materias.
5. Las cárceles, centros de reclusiones de
delincuentes son multiplicadores de la
violencia, al no cumplir roles y condiciones humanas, jurídicas y educativas
constitucionales para garantizar a los penados su reinserción a la sociedad
después de pagar sus condenas.
6. Gran parte del personal policial no está
capacitado para cumplir con sus funciones; hay insuficiencia para satisfacer
demanda por número de habs por territorio; además adolecen de sueldos y
beneficios socio económicos justos. (Edición 1201).
(*)
Internacionalista
@renenunezr Pueden oírme en Diplomacia de Micrófono
de 7 a 8
AM por Skandalo 106.9FM
http//:elportachueloderene.blogspot.com
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