De que sirve una sociedad contar con educación y un Producto
Interno Bruto (PIB) positivo (asociado a capital y trabajo); si esta no tiene
garantizada la libertad de pensamiento, la libertad de culto, la libertad de
conciencia, la libertad de creación, la libertad ciudadana o civil; en fin, la
capacidad para expresarse plenamente sin coerción alguna.
La libertad significa autonomía. La capacidad que
tiene todo ser humano de tomar sus propias decisiones. Empero, esa libertad no
puede ser absoluta, pues no todos pensamos y actuamos igual.
Cuando los pueblos tomaron conciencia de la
organización social, entendieron la necesidad de crear normas de convivencia
para regular la vida de las personas. Evitando así la anarquía. Para que nadie
hiciera lo que le viniera en gana y afectaran a otros con sus acciones diferentes
y dañinas.
En otras palabras, la libertad esta condicionada al
hecho de no originar ningún tipo de malestar o daños a otras personas o al
entorno social al que pertenece. Una responsabilidad que ha de asumirse para no
derivar en libertinaje.
En la edición de hoy nos toca abordar, no tengo duda,
una de las fortalezas más importante de los Estados Unidos de América: el
sistema de libertades. 221 años de democracia, federalismo y de goce pleno de
libertades como ningún otro país.
Los límites de la libertad en USA son la Constitución
nacional y las leyes. Es responsabilidad del gobierno o Estado garantizar a sus
nacionales no solo su disfrute sino también un trato igual a todos ante las
normas.
Hasta la fecha
se han realizado veintisiete enmiendas a la Constitución de los Estados Unidos.
Las diez primeras, conocidas como “La Carta de Derechos”, trata sobre la
libertad de culto, la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad
de petición y la libertad de reunión.
La sociedad norteamericana ha sido un ejemplo en
materia de libertades para el resto del mundo. La primera enmienda que
adoptaron el 15 de diciembre de 1791 ya prohibía la creación de
cualquier ley que estableciera oficialmente una sola religión; que redujera la
libertad de expresión; la vulnerabilidad de la libertad de prensa; que
impidiera el derecho de reunión pacifica; o que prohibiera la solicitud de
compensación por agravios gubernamentales.
Cualquier ciudadano estadounidense, puede demandar no
solo a personas naturales o jurídicas sino también al propio Estado cuando se
sienta agraviado o afectado sus intereses y derechos por algunos de ellos. Para
evitar juicios legales o jurídicos, los distintos sectores han hecho imperativo
de las normas y obligaciones su cumplimiento.
“La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor
parte de los hombres le temen tanto”. George Bernard
Shaw.
En la próxima edición desarrollaremos la Fortaleza No.
05, “Autonomía e independencia de los poderes públicos”
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Facebook Rene Núñez Rodriguez
@renenunez51
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