Las personas les asiste el derecho humano de pensar y
creer en las ideas o ideologías de sus convicciones. Siempre y cuando no trate
de imponerlas por la vía del engaño y la fuerza desde el poder como verdades
absolutas de vida política humana.
Si hay una corriente ideológica histórica de doble
moral, ha sido la del socialismo comunismo. Una para la predica y otra para
el accionar.
El socialismo comunismo lo concibieron los marxistas como
un proceso de lucha en dos etapas: la primera, la etapa del “capitalismo de
Estado”, en la cual han de apropiarse de la toma de control de los medios de producción
con la finalidad de alcanzar la segunda, la del comunismo, para la destrucción moral,
cultural y social de los pueblos.
Todos los dictadores socialistas de la historia durante
sus mandatos han provocado y creado hambruna y desigualdades sociales;
conllevando a los seres humanos a la sobrevivencia del “más apto” bajo la
implantación de un sistema de miedo y terror, a través del canibalismo y la corrupción.
Lenin sostenía que en el socialismo se debía destruir los
valores familiares, la fe de la gente en Dios y sus líderes para asegurar
los objetivos del comunismo. Utilizando el odio como herramienta de lucha de
clases.
El socialista intelectual niega la libertad, la
pluralidad de pensamientos y acciones. Actuando con resentimiento y arrogancia.
Con resentimiento para envidiar lo ajeno. Con
arrogancia por sentirse inferior intelectualmente para comprender la
complejidad evolutiva de las sociedades o del orden social. Los límites de sus
propias capacidades. Y los de la propia inteligencia humana. Imponiendo el
dogmatismo por encima de la ciencia. Hay quienes los califican de ingenuidad
moral.
La realidad es que donde han pretendido imponerlo como
sistema, los socialistas terminan representando todo lo que decían oponerse. Convirtiendo
al socialismo comunismo en la ideología de la esclavitud, la opresión, la
desigualdad masiva, el odio y el genocidio humano. Una estafa de esperanza humana.
De agresión constante a las instituciones democráticas y al libre ejercicio de
la economía productiva y competitiva; facilitadora del equilibro dinámico del
mercado.
En regímenes socialistas, no hay interés por la
excelencia; pues de lo que se trata es de igualar a todos hacia abajo. Pero eso
sí, ellos beneficiándose de lo que hacen otros con su esfuerzo sin estimulo o incentivo
alguno. Los que no hacen o producen son los que se llevan los premios, el reconocimiento
y las recompensas.
A Venezuela le ha tocado vivir estos últimos 20 años, este
proceso de destrucción masiva. Bajo el mismo esquema y dogmas.
“El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a
la ignorancia y la predica a la envidia; su virtud inherente es la distribución
igualitaria de la miseria”. Winston Churchill.
Instagram nunezrodriguezrene Edición 1527
Facebook Rene Núñez Rodriguez
@renenunez51
Esta columna se publica también en soynuevaprensadigital.com y elcorreofinanciero.com
Gracias René por compartir este artículo. Excelente resumen de la mayor estafa de la historia.
ResponderEliminarSaludos
Julián Salazar
Gracias. En SOCIO estamos empeñados en desenmascarar a este régimen, y el paso principal e inicial es dar a conocer cuál es el monstruo que nos ataca: ¡el socialismo!!
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