Las sociedades latinoamericanas no se han atrevido a
debatir la vulnerabilidad de su ejercicio democrático, la precariedad del
disfrute de las libertades, el estatismo interventor, controlador de la
economía y su alta dependencia del mundo exterior, los antivalores, los vicios
y los abusos que se vienen reproduciendo generaciones tras generaciones en
perjuicio del progreso y desarrollo social de la región.
Los dirigentes, los ciudadanos, las organizaciones políticas
y sociales no terminan de darse cuenta y modificar sus comportamientos individuales
y colectivos que les impide prosperar. Los cambios que se han producido, muy
pocos significativos y duraderos. Los líderes siguen cometiendo el grave error
de imponer el cambio de arriba hacia abajo cuando el rol que les toca
desempeñar es de facilitador y orientador del proceso; compartiendo informaciones
e ideas novedosas y proactivas para hacerlo realidad.
La cultura está asociada a la civilización y al
progreso. Una necesidad de sobrevivencia social. Con el cultivo del espíritu y
las facultades intelectuales de cada ser humano, la cultura se actualiza. Son
parte de ellas, los valores, los hábitos o costumbres y las normas o reglas de
convivencia social.
Venezuela, uno de los países más rico del mundo por los
inmensos recursos naturales que la providencia le concedió, no ha podido dar el
salto gigante de conciencia para alcanzar la prosperidad, la seguridad y el
bienestar social.
Como el resto de los países latinos, la CAUSA y el EFECTO
de su atraso social es el mismo: CULTURAL. Caracterizado por una auto resistencia
a los cambios de comportamiento societario. Subestimando los errores, las equivocaciones,
los abusos y las violaciones reiteradas de derechos humanos de los gobiernos bajo
la impunidad del sistema político imperante.
Hoy quiero referirme, en especial, a la resistencia de
la sociedad política venezolana a cambiar sus comportamientos de hacer política
y gobierno en las últimas décadas. Ha faltado voluntad política y social para
reconocer:
1. No habido
conciencia productiva, competitiva, innovadora y de adecuación tecnológica. (Herencia
colonial)
2. La democracia de los primeros cuarenta años no
funcionó como se esperaba; a pesar de que tuvo todas las variables del desarrollo
económico a favor para hacerlo. El centralismo y la burocracia gubernamental
asfixió las potencialidades de los recursos minerales estratégicos y humanos. Gobiernos
muy temerosos a los riesgos del emprendimiento e innovación. Hay países en el
mundo que se desarrollaron en menos de 20 años sin las riquezas naturales de
Venezuela. Venezuela en 60 no lo ha hecho; al contrario, involucionó a los
tiempos del dominio español (trueque). Hoy, sin libertades, con una economía en
ruina y unos ciudadanos sin protección de leyes alguna, el reto será mayor y más
exigente.
3. La libertad ha estado condicionada e influenciada
desde el poder para impedir o torcer voluntades políticas, productivas y
sociales. (Mafias: políticas, económicas y judiciales).
4. La constitución, tanto la del 61 como la del 99, define
expresamente al Estado como un sistema político federal; sin embargo, no habido
consenso legislativo en 6 décadas para materializar la desconcentración y descentralización
político-administrativa del Estado Central, a fin de fortalecer las regiones o
estados con autonomía e independencia de sus procesos regionales y locales. Solo
se avanzó tímidamente en lo que a proceso de elecciones de gobernadores y
alcaldes se refiere.
5. La politización de los poderes del Estado Centralizado,
los ha hecho dependiente de los gobiernos de turno. No garantizando el
equilibrio de la convivencia social.
6. No se ha podido establecer el imperio de la
Constitución y las leyes en defensa y protección de los ciudadanos. Al no haber
autonomía e independencia de los poderes públicos, las leyes no se cumplen
estrictamente menos se hacen cumplir.
7. Ha privado la concepción estatista. Interventora y
controladora de las fuerzas naturales y reglas de la economía (privada). Los
mayores escándalos de corrupción se han producido en entes y empresas públicos.
8. La soberanía reside en el pueblo, reza la Carta
Magna. En la práctica, solo se reconoce para el ejercicio del voto. Los
intereses de los gobiernos han estado por encima de los intereses de los ciudadanos,
a los cuales se deben.
9. La conciencia social solidaria del empresariado venezolano;
salvo honradas excepciones; por lo general, no se ha manifestado con firmeza y
coherencia. Para nadie es un secreto, como propietarios de medios de
comunicación social y de grandes empresas, se han beneficiado de la ayuda de
los gobiernos de turno.
10. La Educación, ciencias y tecnología, no han tenido
presupuestos justos para lograr mayores y mejores resultados.
No se trata de que otros cambien y uno no cambia.
Empecemos entonces a cambiar de hábitos, estilo de vida y con valores. No se
preocupe por los ignorantes e indolentes. Ellos suelen permanecer inflexibles y
reacios a los cambios. Hasta que las necesidades los obligue a cambiar.
Termino con esta frase de George Bernard Shaw “El
progreso es imposible sin el cambio y aquellos que no puedan cambiar sus mentes
no pueden cambiar nada”
elportachueloderene.blogspot.com edición 1522
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Esta columna se publica también en soynuevaprensadigital.com y elcorreofinanciero.com
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