domingo, 23 de febrero de 2020

La calidad de democracia no depende de ideologías sino de gerencia pública






Con la evolución y el desarrollo de la democracia como sistema de vida política en los países del primer mundo, se ha logrado desmontar la creencia de que las ideologías son indispensables para garantizar a los pueblos mejor y mayor calidad de vida humana integral. Cuando en realidad es el sistema democrático con gobernabilidad, gerencia y gestión pública eficiente y transparente quien lo facilita.

La misión de la Democracia es única: facilitar y permitir a los ciudadanos el ejercicio del poder a través de los representantes que elige para dirigir sus destinos como nación y garantizar las condiciones de prosperidad, seguridad y bienestar a todos por igual.

Desde el siglo pasado, en la lucha por el poder de dominio de los pueblos, hay quienes han pretendido convencer a los ciudadanos de que la democracia solo es posible cuando de por medio está presente la ideología. Bajo esta farsa premisa, la confrontación dialéctica entre izquierdistas (supuestos defensores de los pobres) y derechistas (supuestos defensores de los ricos) ha estado presente en el debate electoral, en especial, en las democracias más débiles o vulnerables. Ambos bandos con posiciones dogmáticas extremas, excluyentes y fanatizadas no han garantizado la viabilidad de la democracia; la cual trasciende a esas conductas extremistas y antagónicas.

La Democracia es gobernabilidad: la capacidad de los pueblos de oírse, entenderse y lograr consensos en la elaboración de políticas estatales y estadales y resolver sus diferencias o conflictos de manera civilizada y pacífica.  Obviamente, ello requiere de la existencia de instituciones fuertes e independientes, leyes y condiciones necesarias para desarrollar y ejecutar políticas públicas de equilibrio. Entendiendo estas como soluciones estructuradas para dar respuestas a las necesidades de la población sin discriminación alguna.

La Democracia es gerencia. Porque implica coordinación de todos los recursos disponibles (humanos, naturales, materiales, financieros, tecnológicos); cuyos procesos han de ser organizados, planificados, controlados y dirigidos eficientemente a fin de garantizar el cumplimiento del plan de desarrollo nacional. Su fracaso o éxito es de absoluta responsabilidad del gobierno de turno.

La Democracia es gestión pública. Tiene que ver con la implementación de las políticas públicas, mediante la aplicación de los recursos, instrumentos, medios y normas del Estado para el fomento del progreso, desarrollo y bienestar de los ciudadanos.

Resumiendo, la democracia no tiene un color definido porque se debe al pueblo soberano con sus gamas de matices, diferencias y pensamientos. Garantizando libertad plena, trato igual y justo ante las normas o leyes y participación en la toma de decisiones que le corresponde por derecho. Son los resultados al final los que cuentan para valorar si la gestión del gobierno en ejercicio cumplió con los objetivos y metas acordadas previamente. Tan importante la calidad de gestión (gobernanza) como la calidad del voto de los electores. Así como una oposición seria y responsable.

“Las ideologías nos separan; los sueños y la angustia nos unen”. Eugene Ionesco… (le agregaría, “en democracia”).

“Las elecciones no solo nos recuerdan los derechos, sino las responsabilidades de ciudadanía en la democracia”. Robert Kennedy.


elportachueloderene.blogspot.com     Edición 1515

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