lunes, 15 de octubre de 2018

Equilibrio político





En democracia los partidos políticos juegan un rol determinante: el relevo de los que ejercen el poder. Para ello, hay que prepararse, organizarse y no repetir las equivocaciones, desviaciones e injusticias cometidas por los que van a reemplazar. El equilibrio político.

La Venezuela de hoy, tiene una necesidad democrática ineludible e impostergable: cambiar al actual estatus quo político que nos gobiernan desde hace 20 anos. La razón muy sencilla, los resultados no se corresponden con lo prometido en 1999, la mejora sustancial de la calidad de vida integral de los venezolanos, sin distinción alguno. Mas del 80% de los venezolanos reconocen el fracaso social y daño estructural causado por ellos a las instituciones y la economía.

 Los partidos de oposición han quedado reducidos a grupos sin el apoyo necesario para ser considerados alternativas de gobierno. Algo grave y preocupante. Los seguidores perdieron la credibilidad de sus líderes hasta tal punto que las convocatorias ya no son atendidas como antes.

Se ha producido un quiebre y desequilibrio democrático, que ha facilitado al partido de gobierno apoderarse de todos los poderes, reformas y muy pronto de una nueva constitución alineada a sus intereses ideológicos, a la falta de contrapesos políticos. Un régimen que ha ido adquiriendo una autosuficiencia desmedida y sin control que lo ha llevado a incrementar los abusos y las violaciones de derechos humanos, todas muy graves. El más reciente, la detención arbitraria y muerte del concejal Femando Alban.

Esta es la situación en la que nos encontramos hoy. Con unos partidos opositores que no terminan de encontrarse, que ya no participan en elecciones, no creen en dialogo con el gobierno ni con sus similares, haciendo fácil el control absoluto de todos los espacios políticos e institucionales. Siguen insistiendo en la errada estrategia de apostar todos los huevos en una sola canasta: la comunidad internacional como opción de solución. Hasta una intervención militar han exigido, los más radicales.

El grupo Lima, el más identificado y consustanciado con el problema país, lo rechazo contundentemente hace poco. Escribiendo la columna, me entero de que España ha solicitado a la U.E cambiar sanciones por negociación con Venezuela.

Entre tanto, el desequilibrio sigue ensanchándose y los partidos por lo pronto, no se aprecian como alternativa de gobierno. Sus principales representantes siguen ocupados en luchar por separado para ostentar el poder; impidiendo nuevas ideas y estrategias unificadoras que intenten romper la barrera de la desconfianza que hay en la ciudadanía.

Es responsabilidad de los demócratas trabajar mancomunadamente por la recuperación de un nuevo equilibrio democrático, para lo cual se requiere que todas las fuerzas vivas logren unirse y renovar la esperanza con ideas creíbles y viables, con una propuesta que sea entendida por sus grandes aportaciones de progreso, desarrollo humano, solidaridad y comunidad, reconociendo las exigencias de la economía desarrollada demandante de imaginación creadora que el crecimiento desmesurado del sector público no puede aportar.

El cambio comienza por nosotros, demos el ejemplo. “La democracia puede solo sobrevivir, cuando sea entendida por los ciudadanos”, G. Sartori.

(Edición 1462). Internacionalista. @renenunez51
Instagram renejesusnuñezrodriguez    elportachueloderene.blogspot.com 

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