La emigración es un derecho
natural tan importante como el de las libertades, el derecho a la vida, el de
la seguridad individual y colectiva. Cuando estos derechos, el Estado o gobierno
de turno no son capaces de garantizarlo a sus nacionales, cualquier ciudadano tiene
la protestad humana de tomar la decisión de establecerse en un lugar distinto
al de origen o en el que se había estado anteriormente.
Las primeras movilizaciones
que se recuerdan en la historia de la humanidad fueron las de los pueblos nómadas,
huyendo de los lugares que mantenían un clima cálido debido al gran descenso de
temperaturas que desencadenó la era del hielo. En esa época, también privaron necesidades
de alimentación, trasladándose a aquellas áreas que les permitiera satisfacerla
con la caza y pesca.
Desde entonces, los flujos migratorios
en el mundo no han cesado; ya no solo por razones naturales o ambientales sino
por otras, indignas, creadas por los seres humanos como las guerras, la
persecución política, étnica o religiosa, la perdida de condiciones de vida a
nivel de educación, trabajo, salud y seguridad.
Venezuela hasta hace más de
dos décadas, fue un país muy bien visto y confiable para la emigración de otros
habitantes de países vecinos y lejanos con problemas políticos, económicos y
sociales muy serios; como los que hoy en día padecen los venezolanos.
Con la llegada al poder de
los que hoy continúan dirigiendo los destinos de la nación en contra de la
voluntad de las mayorías, la situación-país ha cambiado radicalmente; pues en
los últimos anos, se ha pasado de ser un país receptor de migrantes a uno de emigración
constante. Un éxodo masivo sin precedentes en la historia latinoamericana y del
mundo; se estima que más de 5 millones de venezolanos habrían emigrado a otras naciones
en salvaguarda de sus vidas y en la búsqueda de prosperidad, seguridad, bienestar
y libertad.
No obstante, preocupa que
una minoría si se quiere irresponsable, se atreven a tildar a quienes decidieron
salir del país de cobardes o traidores a la patria. Permítame decirles compatriotas,
injustos: quienes se fueron y los que están por irse, en su mayoría, son jóvenes
talentosos, deseosos de progreso y desarrollo. Con claridad de misión y
compromiso tanto con su familia como el de la patria. Un esfuerzo de
sobrevivencia en un territorio ajeno a sus costumbres, a su idioma, a su
cultura, donde tienen que batallar muy duro para conseguir empleo y mantener a
los suyos y al resto de la familia que no pudieron acompañarlos. Venezolanos viviendo
con fe en su exilio forzoso y temporal, por encima de todo con lealtad a Dios y
a toda su gente que sufre y no tiene como defenderse y hacer lo mismo. Venezolanos
distinguidos en el extranjero por su conocimiento y trabajo, por su constancia
y superación; preparándose para el cambio cultural que se nos avecina y donde
juntos habremos de encontrarnos en la construcción de la nueva Venezuela.
(Edición
1459).Internacionalista. @renenunez51
Instagram renejesusnuñezrodriguez elportachueloderene.blogspot.com
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