Los derechos humanos no deberían
ser materias de discusión en una sociedad que se valore como democrática y
libre. Negarlos o subestimarlos, un crimen de “lesa humanidad” que bajo ninguna
circunstancia o coyuntura política societaria ha de aceptarse; pues sería ir
contra la propia naturaleza.
La defensa y protección de
la vida ha de ser siempre una responsabilidad primaria de toda sociedad
política. Cualquiera sea el color o fundamento ideológico que la fundamente. Es
la responsable de establecer el imperio
del orden jurídico o de la ley como garantía humanitaria y social.
Le corresponde a ella
también asegurar el ejercicio de los derechos sociales fundamentales como el
derecho a constituir asociaciones, el derecho a poder comunicarse libremente,
el derecho al disfrute de los frutos del trabajo personal y el poder de intercambiarlos
por los frutos de otros y, desde luego, los derechos individuales.
Hay derechos que tienen que
ver con el desarrollo o
perfeccionamiento de la vida: los cuales han de salvaguardarse; entre
otros, el derecho al trabajo, el derecho a la educación, el derecho a la
libertad personal, el derecho a la seguridad personal.
Igual los relacionados con
el mantenimiento de la vida: como el derecho a la alimentación, el derecho a la
salud, el derecho a la vivienda.
Derechos todos ellos que nos llevan al derecho a la vida.
El Estado democrático, la
dirigencia política y los ciudadanos, son corresponsables de los esfuerzos
mancomunados que siempre han de emprenderse para el aseguramiento de una
calidad de vida integral, traducida en prosperidad, seguridad y bienestar
individual y colectivo. Con condiciones y oportunidades iguales para todos.
¿Por qué hay tantos
gobiernos que no respetan los derechos humanos? ¿Por qué hay tantos dirigentes
y ciudadanos que no respetan los derechos de los demás? Preguntas sin respuestas
humanas convincentes de los transgresores.
Acá en Venezuela, todos
tenemos derecho a prosperar, a manifestar nuestro potencial y a cumplir la misión
que nos corresponde a cada uno en este mundo. Tú tienes ese derecho, al igual
que el resto.
El gobierno, la dirigencia
y los ciudadanos que menosprecian, violan y pisotean los derechos de la
personas, están destruyendo el orden
natural de las cosas. Por eso, estamos como estamos.
“La paz sólo puede durar
cuando se respetan los derechos humanos, cuando las personas tienen qué comer y
cuando los individuos y las naciones son libres.” Dalai Lama. (Edición 1455).
@renenunez51 Instagram renejesusnuñezrodriguez elportachueloderene.blogspot.com
Pueden oírme en “Dialéctica”, lunes a
viernes, 8 a 9 am por News 105.3 FM
www.news1053fm.com
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