jueves, 25 de mayo de 2017

CONCIENCIA HUMANA DE PAÌS



Se percibe un desamor por Venezuela.  Por lo nuestro, no debiera haber diferencias algunas con relación al objetivo común del progreso y desarrollo humano de todos los venezolanos sin distingo alguno.
Se oye con frecuencia en esto del debate nacional electoral, casi permanente, la afirmación de que se lucha y trabaja por el país; pero cuando se analiza y revisa comportamientos y acciones de la mayoría de los actores protagonistas, la proliferada y conjurada unidad nacional, para  hacernos mejores ciudadanos y sociedad brilla por su ausencia.
Cuando de lo que se trata es de reconocer lo que nos une, por un lado, e identificar las diferencias que nos separa, por el otro. Con la finalidad de procurar consensos necesarios a favor del éxito del plan de desarrollo de la nación.
En las sociedades desarrolladas, los símbolos, los valores, la constitución nunca está en discusión  en el debate político; por el contrario, para ellas, representan su mayor fortaleza de identidad y pertenencia nacional. Las distas se manifiestan en los enfoques y las visiones que puedan tener grupos disimiles en cuanto al ofrecimiento de una mayor  sostenibilidad de prosperidad, seguridad y justicia social. El plan maestro de desarrollo nacional no se ve afectado por la propuesta electoral ni por un cambio de gobierno.
La realidad venezolana  es diferente. No hay continuidad administrativa, cada gobierno nuevo al alcanzar el poder implanta uno distinto. Confundiéndose por lo general los intereses partidistas con los de la república.  Estas, entre otras, son las razones que pudieran explicar el por qué estamos cómo estamos: desunidos, divididos y empobrecidos de logros colectivos.
Hay una tendencia política a gobernar el presente, invocando el pasado histórico de nuestros próceres, subestimando que el futuro requiere de un presente de ejecutorias de sabidurías actualizadas, innovadoras, creativas y retadoras. Traer el pasado al presente, solo se justifica para construir, transformar y evolucionar.
Los venezolanos  no se sienten incluidos en el futuro país, sobre el cual pesan dudas y deudas onerosas. Qué nos obliga a todos a solventarlas  sin rémoras ni excusas mediante un diálogo nacional sincero, civilizado, responsable e incluyente. Dando respuestas a  ¿Qué somos? ¿Qué queremos? ¿Qué necesitamos?  Para ser mejores venezolanos y vivir en una Venezuela de prosperidad y bienestar en general.
Ello requiere de un cambio de mentalidad y de cultura que ha de comenzar desde adentro de cada uno de nosotros,  ejerciendo un ejemplar y correcto rol como padre de familia. Como dirigente. Como  educador. Como empresario. Como comerciante. Como estudiante. Como trabajador. Como funcionario público. Como religioso.  Estar informado, asumir y ocupar los espacios que la constitución y las leyes garantizan, compartir el conocimiento, y anteponer la ética como principio de vida, complementa el compromiso societario.
Finalmente, todos los venezolanos, sin excepción,  estamos obligados a velar por el bien público. Criticar las arbitrariedades, donde se produzcan, en la búsqueda de primar el bien común sobre lo particular. Sin abandonar la solidaridad y la lucha moral por el bienestar de los más débiles. (Edición 1405).
@renenunez51   elportachueloderene.blogspot.com
Pueden oírnos y vernos por News1053fm.com en “3 Visiones, 1 Objetivo País”, martes y jueves, 8 a 9 pm.

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