Las instituciones políticas norteamericanas
se mantienen después de más de 200 años florecientes e incólumes, mientras las
de los países de América Latina, todo lo contrario, débiles y vulnerables. En
la región abundan gobiernos que se ufanan de ser demócratas (de pensamiento)
pero que en la práctica no aplican “el
deber ser” de los principios de la: libertad, igualdad en el trato ante la
norma, tolerancia, solidaridad y participación.
Desde México hasta Argentina, los
encontramos con características y problemas comunes (corrupción, ineficiencia,
narco tráfico, delincuencia, pobreza). Poderes ejecutivos inmiscuyéndose en las
atribuciones de otros poderes públicos, obstruyendo el ejercicio de su
autonomía e independencia en perjuicio del equilibrio y la administración de la
justicia con transparencia.
Las distorsiones y manipulaciones
institucionales son más marcadas en los gobiernos socialistas defensores del viejo
paradigma centralista, donde el Estado se atribuye la función principal de la
planificación, control y ejecución de casi
todo en la economía y la vida social ciudadana. En lo político, asumen los prejuiciados y complejos “anti” (capitalismo,
imperialismo). Uno de los regímenes que lo practica es el venezolano. Desfasado e ignorante de la realidad del mundo
moderno. No se dan cuenta que los chinos son capitalistas. Los iraníes tienen
ciencia. Los rusos tienen democracia.
Los africanos, poco a poco, tienen medicina moderna. Los turcos tienen sociedad
de consumo. Los cubanos negocian una progresiva apertura comercial con los Estados Unidos. Mientras
los venezolanos anclados en el pasado y el atraso.
El modelo chavista-madurista se
agotó después de 17 años. Ya no inspira esperanza ni credibilidad en la población; por
eso, el 6D le otorgó a la Oposición una mayoría calificada en el parlamento. La
secuela de divisiones, odios y resentimientos sociales, desabastecimiento,
improductividad, escasez, inflación, devaluaciones, miseria, pobreza, inseguridad,
impunidad, los hizo cambiar para exigir cambio de modelo y resultados.
La recientes sentencias del
Tribunal Supremo de Justicia, limitando y reduciendo las competencias
constitucionales de la Asamblea Nacional y, la de suspensión de juramentación
de 4 diputados de Amazonas; no cabe duda, han complicado y agravado aún más la
gobernabilidad en el país; debilitada además por la baja de precio del barril
de petróleo.
Al gobierno nacional le toca e
interesa por sus responsabilidades constitucionales, convocar un
diálogo nacional sincero, serio, responsable, con todos los sectores que hacen
vida política, económica, social, educativa, gremial, sindical, religiosa,
estudiantil, entre otros, que tenga como objetivo superior la firma de un
acuerdo nacional para superar las delicadas dificultades que se atraviesan, por
su propia incapacidad, negligencia y sectarismo en el manejo de los destinos de
la nación. Hasta ahora, el mandatario
nacional no ha mostrado una disposición pro activa, positiva en ese sentido; por
el contrario, ha tomado el atajo de la confrontación y la búsqueda de culpables.
Craso error, por lo insostenible de la situación económica y social.
Ante esa irresponsable postura, la
Oposición ha decidido evaluar opciones constitucionales viables y seguras para
la salida del gobierno de Maduro. Ahora bien, independientemente de la
aprobación y ejecución de cualquier mecanismo constitucional que se acuerde en
la AN y posteriormente sea aprobado por los ciudadanos, más temprano que tarde
será ineludible e impostergable la aplicación de un paquete de medidas
económicas complementarias, algunas “impopulares” pero necesarias, para no solo
viabilizar la recuperación de la libre y sana competencia, la senda del progreso
y desarrollo humano, la atención prioritaria de los grupos sociales más
vulnerables; sino también propicio para el establecimiento y consolidación del
imperio de la ley en beneficio de todos. La sustitución de la cultura de poder
por la de logros, méritos y bien común. Con imaginación creadora.
Presidente del Ifedec Capítulo Bolívar @renenunez51
Los domingos, 8 a 9 am, en Onda Global por Onda 97.3 FM
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