miércoles, 26 de junio de 2013

Brasil entredicha



 La última Asamblea de la Organización de Estados Americanos, OEA, realizada recientemente en Guatemala, dejó de nuevo sinsabores y frustraciones al perderse otra oportunidad para haber discutido y tomado posición firme y ejemplarizante frente a dos temas que vienen haciendo mellas en la vida democrática de la región como lo son las violaciones de los derechos democráticos y de los derechos humanos. Se llegó a la 43 asamblea  de 2013 sin mejoras sustanciales en el combate por la reducción de la pobreza;  menos con una evaluación seria de los gobiernos responsables de incumplimiento de la Carta Democrática. Nadie se atrevió proponer la creación de un espacio legítimo para que los distintos sectores de la sociedad como ONG, partidos políticos, entre otros, puedan comunicar directamente sus quejas y reclamos no satisfechos por los gobiernos domésticos.  Se mantuvo el statu quo de preservación, protección y defensa de la legitimidad de origen de los gobiernos, sin tomar en cuenta la ilegitimidad de ejercicio de unos cuantos, quienes amparados detrás de la democracia del voto vienen impidiendo la separación de poderes, garantía de equilibrio y contrapeso del ejercicio democrático.
 Siguió pendiente las explicaciones de las posturas contradictorias asumidas por el ente supranacional americano en los casos de Honduras y de Paraguay, los desacatos de varios países, entre ellos Venezuela, de sentencias de organismos internacionales, además de la solicitud formal de Venezuela de retirarse de la CIDH.
 Brasil, a la calladita ha jugado un rol protagónico complaciente en la distracción de esos derechos de convivencia latinoamericana en los últimos años cuando de manera abierta y categórica se ha puesto de lado de Venezuela,  hasta hace poco con el gobierno de Chávez  y ahora con el de Maduro, renunciando a sus respetados principios democráticos a cambio de lograr, como en efecto lo ha logrado, una balanza comercial favorable a sus intereses nacionales. Permisivo con un modelo revolucionario de corte socialista comunista que Chávez en vida exportó a varios países de la región como: Bolivia, Nicaragua y Ecuador con asesoría de Cuba. Igualmente sus relaciones con las FARC e Irán. Los carteles de la drogan se han estado mezclando con algunos de estos gobiernos corrompiendo funcionarios, y creando desorden y caos social.
 Brasil bajo la jefatura de Lula, ahora de Dilma, “dejaron hacer” “dejaron pasar” a Chávez muchas desviaciones democráticas que hoy la región, ha comenzado a resentirse de los letales efectos de esa alcahuetería diplomática.  Brasil no esperó el tiempo razonable y prudente para dar legitimidad a Maduro como presidente; no tomó en cuenta siquiera el compromiso que hizo Maduro en UNASUR de facilitar la auditoría de las elecciones solicitada por la oposición venezolana dada la estrecha diferencia de votos pero sobre todo las centenas de irregularidades del proceso incurridas por el organismo electoral que no ha dejado de mostrar sesgo ideológico para favorecer al chavismo.
 Hoy Brasil de manera inesperada y sorpresiva, sus instituciones democráticas están siendo puestas a prueba por una primavera de protestas callejeras en todo el país exigiendo rectificación en lo que consideran un gasto vilipendioso, exagerado e innecesario en la organización de la Copa de Confederaciones, actualmente en marcha, y en el mundial de fútbol de 2014; sumado al incremento de escándalos de hechos de corrupción de altos funcionarios públicos, poniendo de manifiesto –no cabe duda- un problema de debilidad institucional que la propia Dilma ha reconocido “La energía que viene de las calles es mayor que cualquier obstáculo” Como salida pide un plebiscito para  realizar reformas políticas. Ya en Venezuela lo vivimos y no resultó. Se peca de nuevo en el subdesarrollo político en pensar en soluciones coactivas cuando el problema es ético. De pérdida de valores y principios. De transparencia gubernamental. Qué no lo resuelven leyes ni constituciones nuevas. (1253).

Presidente del Ifedec,  Capítulo Bolívar                  @renenunezr 

No hay comentarios:

Publicar un comentario