miércoles, 29 de agosto de 2012

Apuesta por una Venezuela próspera y decente



 Vivir con angustias. Temores. Chantajes. Mentiras. Humillación.  Maltratos. Tragedias. Alto costo de vida. Moneda devaluada. Inseguridad. Pocas y limitadas oportunidades de empleos. Exclusión. No es vida para nadie. Menos para nosotros, venezolanos, cuando hemos y seguimos teniendo como nación suficiente riqueza natural y humana para hacer de este país un territorio de desarrollo humano sustentable en lo económico, en lo social, en lo político, y respetuoso de su medio ambiente.
 En los dos últimos períodos de gobierno (12 años). Más los 2 tomados por la revolución -vía constituyente- suman 14 en total, se ha recibido la mayor suma de ingresos de dinero de toda la historia republicana por renta petrolera (+ 1 billón de dólares); pero también, donde ha ocurrido la mayor ineficiencia, endeudamiento (+ 150 mil millones de dólares) y perversión en manejo de recursos del Estado. Los resultados están a la vista. Un país desmantelado, dividido, con odios y resentimientos sociales marcados y promovidos desde las altas esferas del poder, incapacitado para resolver problemas básicos como los de: salud, educación, viviendas, seguridad natural y jurídica, empleos estables. Que ha maquillado la institucionalidad democrática para ponerla al servicio de sus caprichos y delirios revolucionarios, una mezcla de dictadura y autocracia convirtiendo en sus mejores referencias a déspotas como los de Cuba, Siria, Zimbabue, Libia (Gadafi), Bielorrusia, Irán, Vietnam del Norte, Corea del Norte. Regalador -sin escrúpulo alguno- de 7 mil millones de dólares cada año a gobiernos extranjeros, y no conforme con ello, mantiene en el país más de 40 mil foráneos ocupando plazas de trabajo que otro gobierno con sentido común y de soberanía las ocuparía con recursos nacionales
 Por esta razón, el evento del 7 de octubre no es una simple elección para cambiar de gobierno. Se trata de una decisión mucho más seria y responsable. De escoger entre dos sistemas de vida política: Autocracia o democracia. El primero lo encarna el continuismo, el pasado, liderado por el actual jefe de gobierno que sigue dando preeminencia a lo ideológico sobre lo económico. Bajo la ya conocida farsa histórica de hacer creer que para materializar el proceso revolucionario es necesario una transición que requiere de más tiempo, de por vida. Los 46 experimentos socialistas similares a éste fracasaron en el mundo
 La segunda opción tiene que ver con el rescate de la democracia, la separación de poderes, la descentralización política administrativa del Estado central. La de la paz con calidad de vida integral. Para lograrlo hay un caminó, el que nos ofrece Henríquez Capriles Radonski, creyente del progreso, donde valores y principios rijan las relaciones gobierno-ciudadanos-dirigentes, con garantía de la igualdad, de la libertad, de la tolerancia, de la solidaridad y de la participación social en la toma de decisiones públicas
 Su vida pública y privada recta es la mejor garantía. Un hombre con voluntad de logros. Respetuoso de los derechos humanos. De los derechos democráticos. Un auténtico estadista. Modesto en el hablar pero abundante en el obrar. Hombre de equipo. Comprometido a gobernar con los mejores capacitados y honestos para lograr el desarrollo humano sin distingo  alguno. Sus experiencias exitosas, dos veces como alcalde de Baruta y dos veces como gobernador de Miranda, lo califican como el candidato idóneo y probo para dirigir los destinos de nuestra sociedad en paz, con progreso y justicia en tiempos de globalización, a partir del 11 de enero de 2013

Internacionalista.  (Edición 1214)
 @renenunezr  Pueden oírme en Diplomacia de Micrófono, 7 a 8 AM por el Circuito Nacional Skandalo: en Ciudad Bolívar por 90.3 FM y en Puerto Ordaz por 106.9 FM          http//:elportachueloderene.blogspot.com

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