viernes, 1 de abril de 2011

Las nanas de los Venezolanos

  Relacionado a la discusión sobre nuestras universidades y el desarrollo de la nación, propongo al tema una perspectiva en cuanto a la formación sociológica del individuo, previa a la etapa universitaria.

  Según el Conductismo (J. Watson, B. Skinner), el ambiente ejerce un condicionamiento operante sobre el sujeto. Si bien es cierto que la persona se autodetermina, las <<experiencias de vida>> durante las primeras etapas son definitivamente -estímulo- que produce -repuesta-. Desde los trabajos de Erik Erikson podemos mirar a través, la influencia que tiene el ambiente circundante en la vida del individuo entre los cuatro y dieciocho años, etapa previa a la vida universitaria.

  Erick Erickson nos habla del principio Epigenético, modelo en el cual segmenta la conformación de la vida en ocho etapas. Durante las etapas I a la V (nacimiento a los 18 años) ocurre una serie de crisis naturales que marcan o definen la “personalidad del individuo” <<para bien o para mal>>. En las tres primeras etapas, a saber: Infante, Bebé y Preescolar; el individuo integra el mundo desde sus primeros contactos sociales: mamá, papá y hermanos. 

  En nuestro caso, a) nos encontramos con familias disfuncionales, bien por las notables cifras de paternidad irresponsable o por madres que deben insertarse en el mercado laboral para complementar el presupuesto familiar y ceder el cuidado del pequeño a Hogares de cuidado diario, Maternales o en otros casos, al cuidado de un familiar que no es su seno natural de familia (abuelas, tías, hermanos mayores, etc.).

  b) En familias de otros estratos sociales, se sustituye la foto anterior por la crianza en manos de la Doméstica, quienes en su mayoría son personas sin una preparación especializada para estas tareas, más bien que han de dedicarse a esta actividad por necesidad.

  Sin profundizar en los efectos psico-afectivos adversos de estas tempranas rupturas y ante la ausencia o carencia de formación (aplicando a ambos casos citados), la solución comúnmente en uso es la TV como auxiliar de cuidados diarios. Pasa pues a ser la televisión la gran nana del pueblo venezolano, cuya misión principal es el entretenimiento y no la educación o formación sociocultural. Las programaciones están estructuradas para un público que debe tener desarrollada su <<capacidad de juzgar>>, pero que en la realidad, es un aparato en formación que no distingue adecuadamente el bien del mal.

  Todo esto acentuado por un ambiente circundante que ha devenido en precario, turbulento, violento… transgresiones a la ley y de la exhibición de aparente bienestar de quienes delinquen y obtienen ganancia de la deshonestidad, la corrupción o el comercio de sustancias prohibidas, lo que trastoca la percepción de los valores positivos para el individuo en ciernes.

  Quienes quedan destinados por la providencia a corregir los entuertos de esta sociedad distorsionada, son los educadores. Pero nos topamos con un sistema educativo precario que aloja no menos de cuarenta alumnos por sección… a esto se suma las deterioradas y obsoletas condiciones de infraestructura que suman en dificultad la atención personalizada que requiere el individuo que se inicia en las escuelas cargando a cuestas las mencionadas carencias.

  Se hace perentorio pues abrirse el debate de estos tres aspectos que nos afectan como sociedad y a todos los estratos sociales; y también común en Sur y Centroamérica. Urge legislar en el tema de familia y sociedad, La televisión y su papel <<de hecho>> como modelador de conducta y la educación primaria como principal complemento a la educación familiar. Lejos de sacrificar la <<calidad educativa>> por la <<cantidad>> para engrosar las cifras de “aparente” alta escolaridad como pretende hacer el régimen, el Estado debe ocuparse de elevar la calidad de la educación y fortalecer aspectos hechos a un lado como: la Filosofía, Historia, Formación moral y cívica.

  Quienes ejercen la docencia en las universidades, son testigos de excepción de las carencias que presentan los noveles estudiantes. Aspectos tan elementales como por ejemplo: una ruta de vida, una meta definida, es artículo de lujo entre las mayorías. Si queremos mejorar el producto de las Universidades, la solución pasa por mejorar la calidad de los estudiantes que ingresan al sistema para que sean mentes fértiles a la enseñanza superior.

“Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.”
Gabriel García Márquez

Guillermo D. Mosquera C.

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