El principal reto de las sociedades atrasadas es la
superación de la pobreza mental que las caracteriza y donde el liderazgo y la
política tiene mucho que ver con su propagación o reducción. Si bien es cierto
que la educación y capacitación para el trabajo son las herramientas esenciales
para el progreso y desarrollo individual y colectivo; no es menos cierto que la
gobernabilidad, gerencia política y gestión pública influyen y facilitan el
nivel de pobreza o riqueza de la población.
El modelo político de Estado es fundamental y responsable
de la creación de las condiciones y oportunidades para que cada ciudadano asuma
su reto de vida personal y familiar. Mientras haya un modelo de Estado subsidiario
de todo y para todo, seguirán formándose seres humanos egoístas, resentidos
sociales y conformistas con las migajas que el Estado le suministra a cambio
del sacrificio de sus libertades y derechos humanos. Me refiero en especial al sistema
socialista comunista como el demócrata populista. Cuando las libertades, el derecho
a la vida y la seguridad natural o jurídica se niegan o son muy limitadas o
excluyentes, la riqueza queda en posesión siempre de los que gobiernan por la
fuerza y en contra de la voluntad de los pueblos.
Aunque Usted no lo crea, en la mayoría de los países latinoamericanos
con democracias débiles, los dirigentes de los partidos, supuestos defensores y
cultivadores de la democracia, suelen comportarse en el accionar político o de
gobierno como socialistas, al mantener un modelo estatista, protector, subsidiario,
intervencionista y controlador de la economía y ciudadanía.
Siendo objetivo y realista, la pobreza como tal tiene mucho
que ver con la falta de dinero y de un poder adquisitivo idóneo para cubrir las
necesidades básicas. Los pobres suelen perder la esperanza con suma facilidad.
Se sienten incapaces de cambiar la situación y de estar excluidos de su comunidad.
Son conformistas con una actitud negativa y una férrea disposición para pedir
ayuda siempre. Las expresiones comunes que de ellos se oyen “así nací, así moriré”
“el gobierno nos esta ayudando” “los ricos no me dejan prosperar” “por culpa de
ellos somos pobres”.
En cambio, los pobres que reconociendo las
limitaciones del entorno social y sistémico y no se rindieron, por el contrario,
se transformaron en lo personal, familiar o social, mejoraron la calidad de vida
integral con dignidad, trabajo y muchos sacrificios. Ejemplos hay de sobra en
todas las sociedades, muchos de ellos hoy son reconocidos profesionales, empresarios,
millonarios, super estrellas del arte y el deporte.
Claro, lo primero que hicieron antes de planear su
futuro fue cambiar de mentalidad. Con orden, constancia y perseverancia.
Entendieron que la riqueza no es esquiva ni excluyente. Que se trata de un
proceso de aprendizaje similar a otras ideas en el mundo en cualquier área o
actividad de la vida humano-social. Mientras más mentalizado y enfocado se está
en las ideas de la prosperidad y la confianza en sí mismo, más temprano que tarde
los resultados se logran.
Lo largo o corto del camino de la pobreza a la riqueza
va a depender de la total determinación de cambio que cada uno tenga y se
proponga. Con la pasión a los estudios, al trabajo, a la fuerza de voluntad de superación y la fe en Dios Todopoderoso. Nada en
la vida es imposible, todo es posible.
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Se publica los martes en soynuevaprensadigital.com y
elcorreofinanciero.com
Excelente reportaje que nos deja ver la realidad de lo que vivimos hoy día. Somos conformistas. Un caso reciente, la escasez de combustible aunado a larguísimas colas, se habla mal del gobierno, pero, seguimos en las colas, colocamos una mesita y jugamos dominó o barajas, etc. Y seguimos esperando a ver si alguien nos viene a resolver esto.
ResponderEliminarTiene mucha razón cuando Ud escribe, mientras no cambiemos nuestra mentalidad en acciones positivas, seremos pobres de mente y de corazón. Saludos