Alfredo
Gruber Juncal fue presidente de la Corporación Venezolana de Guayana entre
30/05/1994 y 04/12/1994. Venia de la empresa petrolera. En una entrevista que
le hicieron a los pocos días de su toma de posesión, afirmaba que lo prioridad
de un Supervisor al ser ascendido a
dicha posición, era preparar a su
sustituto. Ese entonces, trabajaba yo en SIDOR; para mí Gruber, había
desnudado una cultura organizacional y laboral en el país donde los celos
profesionales, técnicos y administrativos estaban presentes. No solo en entes y
empresas públicas sino también en privadas. Aunque más en lo público.
Antes
privaba la “gerencia del garrote”, caracterizada por una escasa relación y
comunicación entre jefes y trabajadores. Vertical. Mientras más alto era el
nivel de la jefatura, más distanciada era la relación y la comunicación
laboral.
En
las empresas básicas de Guayana, habían jefes autoritarios que cuando apreciaban
que uno de sus trabajadores mostraba talento y capacidad de liderazgo, estos se
incomodaban y se sentían inseguros en el cargo; los cuales ante sus jefes
superiores, solían calificarlo como una persona problemática.
Argumentaba
Gruber, todo Supervisor, consciente de su crecimiento laboral en el escalafón
de la organización; tenía que preparar a su sustituto; de tal manera que cuando
le llegara la oportunidad de ascenso,
facilitara el cambio.
Traigo
a colación este recuerdo porque en el mundo moderno organizacional de estos
tiempos se habla no solo del líder sino del mentor líder. El viejo
modelo de líder como autoridad y padre corporativo está cambiando por el líder como
persona que apoya y capacita a su equipo.
El
mentor, una persona con mayor experiencia ayuda, coopera a otras a alcanzar sus
metas y a crecer como persona. A perfeccionar habilidades laborales o
capacidades de liderazgo específicas. Él es una guía, un maestro, un sabio que
le pone todo su empeño de una manera integral, con paciencia. Su principal
característica es su autenticidad. No son personas con aspiraciones de poder.
En
resumen, un mentor es aquel que ayuda a otro aprender y transmitir el saber. Su
conocimiento. Con generosidad. Llevando la relación más allá de los objetivos
esperados. Con una humildad para renunciar en su momento a la relación a favor
del desarrollo.
Ahora
bien un mentor no es cualquiera. Tiene que saber escuchar siempre a sus alumnos protegidos, tener una comunicación abierta y de confianza con ellos para conocer sus
intereses y necesidades. Ser honesto
para compartir y conversar sus confidencias del trabajo, cumpliendo cabalmente los
programas y compromisos, con aliento e inspiración motivadora. Un ejemplo a
seguir.
Pensando
en la cultura política y de gobernabilidad en Venezuela. Ante un liderazgo con
un comportamiento destructivo, disfuncional o dañino. Pocos integrales. Con
aires de “sabelotodo” y autoritarios “per se”. Donde el equipo le sirve y lo
reconocen siempre y cuando no le lleven la contraria: Cuanto nos hacen falta en
el país mentores para mejorar la política y gobernanza.
Nuestra apuesta es por un
CAMBIO TRANSACCIONAL: Un cambio de
cultura.
Twitter
@renenunez51
Instagram
nunezrodriguezrenejesus
Facebook Rene Núñez Rodríguez
Edición
1481. Pueden leerla también los martes
por www.soynuevaprensadigital.com
Excelente reflexión.
ResponderEliminar