Escribo esta columna, después
de dictar el primer módulo (Desarrollo institucional, análisis de competencias
municipales y objetivos nacionales) de la Cohorte XVI del diplomado de
Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión de la UCAB, sede de Guayana.
Viernes y sábado, dos sesiones sumamente activas e interesantes donde
participaron 45 personas (15 mujeres), convencidas de la necesidad de cambios
en la entidad política más importante y cercana al ciudadano: el municipio. Todas
coincidieron en la conveniencia de la capacitación y el empoderamiento como ciudadanos
de los derechos, deberes y obligaciones constitucionales. En las dos jornadas le
insistimos que la mejora de la gestión pública, sea nacional, estadal o
municipal, es consustancial al perfeccionamiento de la democracia.
La búsqueda de una
democracia plena, que se soporte, entre otros, en los derechos de información,
participación, asociación y expresión sobre lo público, representa un derecho
de participación ciudadana que ha de asumirse y ejercitarse de manera permanente.
Los ciudadanos deben
entender que la ampliación y profundización de la democracia como sistema
político y, en particular, la democratización de la gestión pública en nuestro país,
y en lo que nos ocupa, del municipio, ha
de ser un reto de lucha coherente y perseverante, no solamente para la toma del
poder, sino para viabilizar y asegurar los logros del progreso y desarrollo
humano integral. El Bienestar social comunitario.
Los vecinos deben exigir
sus derechos de participación en forma
individual o colectiva en la toma de decisiones de la municipalidad, en el
proceso de fiscalizando, control y ejecución de las acciones en los asuntos
públicos y privados, que lo afectan en lo político, económico, social y
ambiental, a fin de alcanzar su pleno
desarrollo como ser humano y el de la comunidad en que se desenvuelve.
No hay dudas que nuestro
municipio Caroní, está atiborrado de problemas y de pocos resultados a la vista
de las parroquianos, huérfanos de gobernabilidad. Los vecindarios no son
tomados en cuenta en la discusión y elaboración de las políticas públicas
municipales. Ni en la elaboración del presupuesto operativo y de inversiones anual.
Los problemas de la basura,
del transporte, de la inseguridad, de la semaforización, etc., parecieran no ser
reconocidos que existen por los que dirigen la alcaldía; agravándolos más.
No hay gerencia política
municipal, las 4 funciones medulares de un proceso administrativo no son aplicadas
con eficiencia y transparencia: la planeación, el control, la organización y la
dirección de los recursos.
“Las democracias pueden solo sobrevivir,
cuando sean entendidas por sus ciudadanos” Giovanny Sartori. (Edición 1450).
@renenunez51 Instagram renejesusnuñezrodriguez elportachueloderene.blogspot.com
Pueden oírme en “Dialéctica”, lunes a
viernes, 8 a 9 am por News 105.3 FM
www.news1053fm.com
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