Que mal estás ¡PATRIA!
Pareciera no darte cuente del engaño, la manipulación y confusión en que te
encuentras reducida. Incomprensible, te hayas separado del camino por donde transitabas
lenta pero hacia adelante; claro, con problemas y falencias normales de la
sociabilidad; pero nunca de la magnitud y gravedad de los de hoy.
Has cometido demasiadas equivocaciones
y desaciertos en los últimos tiempos que preocupa en demasía al colectivo. No te das cuenta del caos casero que vienes
propagando, consciente o inconscientemente. La resistencia a no reconocerlo ni aceptarlo. La soberbia del
fanatismo no te deja hacerlo. Por eso te
niegas a oír consejos y a recibir ayudas para la superación y salida del precipicio
que tú misma construiste.
Ya no puedes ocultar la
palidez, la inseguridad, la violencia, la confrontación, los delitos
perpetrados, secuela de tu mal proceder y comportamiento. Una conducta
caracterizada por la desmotivación y desinterés al logro productivo y decente. Por
la manera irresponsable en el manejo y la disposición de los inmensos recursos de
cuna heredado de la providencia. Por el alejamiento de las normas, de los valores
y de los principios que en una oportunidad creaste y creíste. Por la no
rendición de cuentas. De veras ¡VENEZUELA! estás irreconocible, complicada y
arrogante como nunca. Qué te pasó?
No cabe duda, te sale una
revisión profunda y sincera para encontrar y examinar las causas de ese procedimiento
radical, divisionista, inseguro e improductivo. No puedes seguir empecinada en la
cultura de la excusa y búsqueda de culpables para justificar fracasos, vicios y
violaciones.
Un 5 de julio de 1811 lograste
la emancipación como adulta y soberana del forjamiento de tus propios destinos
y el de la familia. No tienes excusas después de más de 200 años, para
mostrarte ahora con ese cambio de personalidad, nada amigable, familiar y conciliador.
¡VENEZUELA! La rectificación
es de sabio, tus hijas e hijos, con tu apellido bolivariano, piden a gritos
pero de corazón que lo hagas por el bien común. No puedes abandonarlos y darles
la espalda cuando más te necesitan.
Sigues contando, afortunadamente,
con una inmensa y variada riqueza natural y humana para producir el cambio en
ti. Un cambio en positivo, con trabajo, sacrificios, esfuerzos y conciencia
plena de una cultura distinta, la de la colaboración,
la del trabajo en equipo, la del logro individual y colectivo, la del respeto a
las normas de convivencia y los derechos humanos, la de la disciplina, la de la
puntualidad, la de la ética como principio de gestión y de vida, la de la
superación de todos por igual. De eso se trata el desafío de hoy y de mañana,
de competencias, de anticipación a las amenazas y el aprovechamiento inteligente
de las oportunidades; consolidando las fortalezas y superando las debilidades.
No la de crear excusas y buscar “chivos expiatorios”, con ánimo de castigo,
sino de mejora continua.
En resumen, una cultura de
vida país no de muerte país. Donde impere la ley, el respeto, la justicia, la
paz, la seguridad, el sosiego, el progreso y el desarrollo humano integral. ¡VENEZUELA! Cambia, ámate, valórate. No
esperes más tiempo para hacerlo. Es el momento.
@renenunez51 elportachueloderene.blogspot.com (edición 1410).
Martes y jueves de 8 a 9
pm, pueden oírnos y vernos en “3 Visiones, 1 Objetivo País” por News105.3fm (www.news1053fm.com)
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