viernes, 14 de julio de 2017

Gerencia pública y Gerencia privada, derivan de un mismo tronco…

   

El país continúa sometido a una suerte de limbo, confundido entre el subdesarrollo y el desarrollo. Pensábamos que el nuevo milenio nos iba a hacer entender como sociedad de la necesidad del éxito. Modernizando el poder ejecutivo, el legislativo, el judicial; avanzando en la descentralización política administrativa del Estado central, en especial, la potenciación del municipio como ente primario social de la democracia; todo ello, para asegurar la calidad de nuestras vidas como ciudadanos libres, pensantes, productivos, creativos y humanos.
Sigue en mora la consolidación de una sociedad inter activa de productores  y emprendedores públicos y privados, convertidos en actores aliados de cambios transformadores de bien individual y bien colectivo.
No hay razón alguna para que el sector público no preste sus servicios con la misma calidad a la ciudadanía como lo asume el privado. Las competencias de un gerente público son similares a las de un gerente privado. Ambos utilizan y practican las mismas herramientas y principios de las ciencias administrativas; sus administraciones requieren de planes y resultados similares.
El problema se complica cuando las instituciones públicas son muy débiles, por no ser autónomas e independientes; los equipos que las gobiernan no tienen visión estratégica, capacidad gerencial, habilidades emocionales (capacidad para desarrollar un liderazgo proactivo, negociaciones difíciles, de trabajo bajo intensa presión y de toma de decisiones compatible con los retos del cargo), habilidades de relación con el entorno, conocimientos técnicos, compromisos con los resultados, la ética como principio de gestión.
Como trilogía societaria funcional se requiere, por igual, de la organización y disciplina de ciudadanos en todos los ámbitos, político, económico, social y productivo. La sociedad civil no puede dejar al Estado todo el peso de las responsabilidades en cuanto al desafío de dar prosperidad, seguridad y bienestar social. El desarrollo nacional es un compromiso compartido de todos.
La lucha de las desigualdades sociales, su éxito dependerá en buena medida de que haya un mayor acercamiento efectivo entre el sector público y el sector privado. Esto pasa por diversos compromisos: luchar por mejorar la producción, las remuneraciones y condiciones de trabajo; el despeje de las trabas burocráticas, rigideces y excesos legales que no facilitan los procesos; el aceleramiento y amplitud de un sistema de gerencia profesionalizada en la administración pública.
Finalmente, por una ciudadanía activa empoderada para elegir, siempre, el mejor de los mejores para la gobernabilidad nacional, regional y municipal.
Artículo 141 de la Constitución Nacional “La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidades en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho”

(Edición 1408). @renenunez51 elportachueloderene.blogspot.com
Los martes y jueves de 8 a 9 pm, pueden oírnos y vernos por News105.3fm (www.news1053fm.com) en “3 Visiones, 1 Objetivo País”

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